viernes, 26 de septiembre de 2008

COSTAS VII (NO LO ENCUENTRO

PARA SUBIR MI TAREA NO ENCUENTRO EL ESPACIO

jueves, 18 de septiembre de 2008

Capítulo 13. Múltiples Formas de Misión


Seminario Teológico Bautista Mexicano. Campus “Horeb”
Materia: Naturaleza y misión de la iglesia II
Profesor: Pastor Rafael Pola Baca
Alumno: Hno. César Roberto Ramos Gutiérrez
Reporte de lectura
Libro: “Misión en transformación”
Autor: David J. Bosch
Editorial: Libros de desafío

¿Todo es misión?
Misión en transformación quiere decir, por un lado, que la misión se entiende como una actividad que transforma la realidad, y por el otro lado, que hay una constante necesidad de que la misión misma siga siendo transformada.
La misión es un ministerio multifacético respecto al testimonio, el servicio, la justicia, la sanidad, la reconciliación, la liberación, la paz, la evangelización, el compañerismo, el establecimiento de nuevas iglesias, la contextualización y mucho más.

Rostros de la Iglesia-en-misión
Para dar alguna idea de la naturaleza y calidad de esta misión multidimensional, podríamos utilizar imágenes, metáforas, eventos y cuadros en vez de la lógica o el análisis.
1. La encarnación. En años recientes, sin embargo, la teología de la liberación, de manera mucho más explícita que en casos anteriores, ha concebido la misión cristiana en términos del Cristo encarnado, el Jesús de Nazaret humano que transitaba cansado por los caminos polvorientos de Palestina, donde se compadeció de los marginados. En este modelo uno no se interesa en un Cristo que se limita a ofrecer la salvación eterna, sino en un Cristo que agoniza y suda y sangra con las víctimas de la opresión.
2. La cruz. Para muchos en la Iglesia primitiva Cristo era el nuevo «lugar de expiación» que reemplazó al templo. La cruz de Cristo constituye, de manera singular, el sello de distinción de la fe cristiana. Las cicatrices del Señor resucitado no sólo comprueban la identidad de Jesús: constituyen, además, un modelo que todos los que han sido comisionados por él están llamados a emular. Las iglesias que no se arrepienten niegan su realidad y rechazan al Señor que también tuvo que morir por ellas. Se niegan a colocarse bajo la cruz, donde todos nuestros pecados salen a la luz y donde nosotros en nuestra humanidad somos crucificados juntamente con él.
3. La resurrección. La muerte de Jesús en la cruz no tiene sentido sin la resurrección. La resurrección tiene ascendencia y victoria sobre la cruz. El resumen más común del mensaje misionero de la Iglesia primitiva se daba en términos de testificar acerca de la resurrección de Cristo. Era un mensaje de gozo, esperanza y victoria, las primicias del triunfo último de Dios sobre el enemigo. El resumen más común del mensaje misionero de la Iglesia primitiva se daba en términos de testificar acerca de la resurrección de Cristo. Era un mensaje de gozo, esperanza y victoria, las primicias del triunfo último de Dios sobre el enemigo. La promesa de Dios y nuestra esperanza ya son una realidad plena en Cristo, antes de realizarse de manera completa en la historia humana; en Cristo la eternidad ha entrado en el tiempo, la vida ha conquistado la muerte. Misionológicamente esto significa, primero, que el tema central de nuestro mensaje misionero es que Cristo ha resucitado y que, segundo, como consecuencia de ello, la Iglesia está llamada a vivir la resurrección en la vida aquí y ahora y ser señal de contradicción frente a las fuerzas de la muerte y la destrucción; está llamada a desenmascarar los ídolos modernos y los falsos absolutos.
4. La ascensión. La ascensión es, primordialmente, el símbolo de la entronización del Cristo crucificado y resucitado, quien ahora reina como Rey. Y a partir de la perspectiva del reinado presente de Cristo, miramos hacia atrás a la cruz y la tumba vacía, y hacia adelante a la consumación de todas las cosas. Desde ese ángulo, la misión significa que debería ser natural para los cristianos estar comprometidos con la justicia y la paz en la esfera social. En este mundo de injusticia, somos llamados a ser la comunidad de los que están comprometidos con los valores del reinado de Dios, preocupados por las víctimas de la sociedad y proclamando el juicio de Dios sobre quienes insisten en adorar a los dioses del poder y el amor propio. El Señor que proclamamos en la misión sigue siendo el Siervo sufriente. «El principio de amor sacrificial es… entronizado en el mismo centro de la realidad del universo». Nuestro quehacer misionero ha de mostrar con toda transparencia este principio.
5. Pentecostés. Desde un punto de vista misionológico hay mucho que decir. Primero, cuando los discípulos le preguntaron al Cristo resucitado qué sería de la restauración del reino de Israel, él les respondió prometiéndoles el Espíritu que los haría testigos. Es así como «la Iglesia continúa la misión de Cristo en el poder de su Espíritu».
6. La parusía. Siempre ha habido, desde el primer siglo, grupos adventistas con su lente enfocada primordialmente en la segunda venida de Cristo. Su tendencia ha sido considerar el reinado de Dios como una realidad exclusivamente futura y este mundo como un valle de lágrimas en las garras del maligno. En este modelo la Iglesia no es más que una sala de espera para la eternidad. Los ojos de los fieles están fijos en el horizonte distante y en las nubes, de donde vendrá Cristo como Señor para cambiarlo todo en una abrir y cerrar de ojos. La misión es entendible solamente en tanto el mismo Cristo resucitado tenga todavía un futuro, un futuro universal para las naciones. la Iglesia no es el reinado de Dios. La Iglesia no goza del monopolio de dicho reinado, ni puede tampoco pretender que lo posee, ni presentarse ella misma como el Reino de Dios realizado en contraste con el mundo. El Reino nunca estará presente totalmente en la Iglesia. Sin embargo, es en la Iglesia donde comienza la renovación de la comunidad humana.

¿Hacia dónde va la misión?
Uno nunca jamás debe ver los seis eventos cristológicos de la salvación aislados los unos de los otros. En nuestra misión proclamamos al Cristo encarnado, crucificado, resucitado, ascendido, presente en el Espíritu, llevándonos a su futuro como «cautivos en su procesión de victoria». Cada uno de estos eventos afecta a todos los demás. A menos que mantengamos esta visión, seguiremos comunicando al mundo un evangelio parcial. La sombra del hombre de Nazaret, crucificado bajo Poncio Pilato, cae sobre la gloria de su resurrección y ascensión, sobre la llegada de su Espíritu y su parusía. El que consumará la historia es el Jesús que caminó con sus discípulos, que vive como Espíritu en su Iglesia; es aquel crucificado que se levantó de la muerte; es Aquel que fue levantado sobre la cruz, quien fue levantado al cielo; es el Cordero inmolado pero viviente. La misión de la Iglesia necesita una renovación y reconceptualización continua. La misión no es competencia con otras religiones, ni una actividad conversionista, ni expansión de la fe, ni edificación del Reino de Dios; tampoco es actividad social, económica y política. La cruz es el lugar de la humillación y del juicio, pero también un lugar de refrigerio y nuevo nacimiento. Visto desde esta perspectiva la misión es simplemente la participación de los cristianos en la misión de Jesús, apostando a favor de un futuro que la experiencia verificable parece negar. Es las buenas nuevas del amor de Dios, encarnado en el testimonio de una comunidad, para beneficio del mundo.

The End

Capítulo 12D. Elementos de un nuevo paradigma misionero ecunémico


Seminario Teológico Bautista Mexicano. Campus “Horeb”
Materia: Naturaleza y misión de la iglesia II
Profesor: Pastor Rafael Pola Baca
Alumno: Hno. César Roberto Ramos Gutiérrez
Reporte de lectura
Libro: “Misión en transformación”
Autor: David J. Bosch
Editorial: Libros de desafío

La misión como acción en esperanza

La oficina de escatología cerrada
Una de las características más sobresalientes de la teología del siglo veinte es el redescubrimiento de la escatología, primero en el protestantismo, luego en el catolicismo.
La escatología representa el elemento de esperanza en la religión.
La Ilustración prácticamente destruyó la categoría de la esperanza.

El horizonte de la escatología se nubla
Durante los siglos subsecuentes las expectativas escatológicas fueron canalizadas por dos vías (las cuales no eran mutuamente excluyentes). En primer lugar, existía una tendencia hacia lo que, muy inadecuadamente, podríamos denominar mística. En segundo lugar, existía una tendencia hacia el eclesiocentrismo.
Los dos modelos predominaron en cada una de las tres ramas principales del cristianismo: ortodoxa, católica y protestante.

La oficina de escatología reabre sus puertas
El trauma de dos guerras mundiales creó un clima en el cual el pensamiento escatológico volvió a tener sentido en las iglesias y los círculos teológicos históricos.
La «nueva escatología» distingue cuatro «escuelas» escatológicas principales en el protestantismo alemán:
La escatología dialéctica. Se enfatiza la absoluta trascendencia de Dios y su ser totalmente separado del mundo.
La escatología existencial. Tiene ciertas afinidades con el primero y surge de la misma raíz. Radicalizando la declaración luterana que «la Palabra sola lo hará».
La escatología actualizada. tiene cierta similitud con la «escatología realizada».
La escatología de la historia de la salvación. Primero, pone énfasis en el reinado de Dios
como una clave hermenéutica La nueva era ha empezado; la antigua aún no termina. Estamos viviendo entre dos tiempos, entre la primera y la segunda venidas de Cristo

La «escatologización» extrema de la misión
La ortodoxia protestante, el pietismo y muchos de sus descendientes espirituales compartían
un mismo sentimiento: el pesimismo sin límite respecto al mundo actual.
El propósito fundamental de la misión es preparar a las personas para la vida después de la muerte y asegurar su llegada segura al cielo.
El reinado de Dios sigue siendo en esencia un regalo: no podemos identificarlo con una estructura empírica.
Podemos llegar a ser culpables del pecado de la temeridad, confundiendo el reinado de Dios con lo que nosotros hemos logrado en este mundo; o bien podemos ser culpables del pecado de timidez, esperando menos de lo prometido.

La historia como salvación
La escuela de la historia de la salvación no sólo provocó el surgimiento de una «escatologización » extrema de la misión, sino también una interpretación completamente intramundana del carácter escatológico de la misión.
La historia necesita una «base espiritual»
Nuestra tendencia incurable a arruinar todo lo que tocamos y nuestro impulso incontrolable a la autorrealización llegan luego a ser los árbitros absolutos para determinar qué acción es apropiada.
Es este enfoque en el reinado de Dios, tanto presente como futuro, el que puede otorgarnos una perspectiva apropiada respecto a nuestra misión en el mundo. Sin esta dimensión escatológica nuestro «evangelio» se reduce a ética.

Escatología y misión en tensión creativa
En cada tradición cristiana y en cada continente estamos aún en medio de un movimiento para reformular una teología de la misión a la luz de una escatología auténtica.
Tiene que ser una escatología que mantenga en tensión creativa y redimida el «ya» y el «todavía no», el mundo de pecado y rebelión y el mundo amado por Dios, la nueva era que ya comenzó y la antigua que aún no ha terminado, la justicia y la justificación, el evangelio de liberación y el evangelio de salvación.
La escatología cristiana, entonces, se mueve en los tres tiempos: pasado, presente y futuro. El reinado de Dios ya vino, está viniendo y vendrá en toda su plenitud. Porque Dios ya reina y porque esperamos la manifestación pública de su reinado podemos ser embajadores, aquí y ahora, de su Reino.
La transformación de Dios es diferente de las innovaciones humanas. Dios nos toma por sorpresa. Dios siempre va adelante nuestro, y su triunfo venidero nos invita a seguir.
Es Dios quien hace todas las cosas nuevas.
El mensaje transcendente del triunfo asegurado de Dios nos da la necesaria distancia y sobriedad en cuanto a este mundo como también la motivación para involucrarnos en la transformación del statu quo. Precisamente la visión de la victoria de Dios hace imposible buscar refugio en el quietismo, la neutralidad o el repliegue del campo de acción.

The end

lunes, 8 de septiembre de 2008

MISIÓN EN TRANSFORMACIÓN



EXPOSICIÓN DEL HERMANO FRANCISCO NAVES
12 c
Elementos de un nuevo paradigma misionero ecuménico.
La misión como ministerio de todo el pueblo de Dios.

La evolución del ministerio ordenado.Uno de los cambios más gama chicos es el desplazamiento desde el ministerio concebido como monopolio de varones ordenados hacia el ministerio concebido como la responsabilidad de todo el pueblo de Dios. La fe y la política se encuentran ante una rotunda presión. Los cambios de última hora después de 19 siglos en todas las tradiciones eclesiásticas. Desde que Jesucristo seleccionó a los 12 de entre pescadores, cobradores de impuestos, etc. En lugar de hacerlo con los sacerdotes judíos, lo que fue parte de su ministerio rompe-odres. Episcopos, presbiterios y diakonos son términos que no se usaron antes de esa época en los oficios judíos eclesiásticos. Los líderes de la iglesia primitiva son carismáticos y naturales. La Iglesia tenía que lidiar con la herejía por fuera y con un proceso de disolución de la fe por dentro. El ministerio ordenado (sacerdotes, obispos, papas), son los que se encargan de esta tarea y de Iglesia gira alrededor de él. La pregunta es si los protestantes han hecho algo mejor. Lutero rompió con el paradigma existente. Los tres oficios de Cristo, rey, profeta y sacerdote; se cristalizaron claramente los tres oficios de pastor, anciano y diácono. Muchas congregaciones luchan por evitar los extremos peligrosos que son, que el ministro se convierta en una especie de miní-papa o un empleado que tiene que bailar al son de la música. La Iglesia siguió siendo estrictamente clericalista manejada por personal de adentro. Siendo el sacerdote-clérigo en su posición privilegiada y central el corazón de la Iglesia. Tanto las misiones católicas como protestantes, exportaron un modelo de un clero dominante hasta los “campos misioneros”. Hicieron así imposible que la joven Iglesia ejecutará su ministerio particular o sobreviviera sin la ayuda de afuera. Se considera poco probable que ocurriera un cambio en este modelo dominante, ni en la sociedad ni en la Iglesia. Esto empieza darse en nuestra época con el redescubrimiento del “apostolado del laicado” o el “sacerdocio de todos los creyentes”.El apostolado de laicado.Los católicos simples han caracterizado por involucrar a los laicos, en las misiones, como auxiliares y bajo control del clero. Los protestantes las posibilidades formas claras. Normalmente hubo clérigos involucrados en la fundación de las sociedades misioneras. Estados Unidos las sociedades atraían gran número de mujeres. Y en algunas instancias, las mujeres fundaron sus propias sociedades misioneras, sus propios periódicos y hasta levantaron su propio sostenimiento, haciéndolo que los hombres solían hacer incluso la predicación. Después de la Segunda Guerra Mundial las cosas cambiaron, principalmente en cuanto a la misión, se dieron cuenta tanto la Iglesia católica como la protestante de que la apostolicidad de la Iglesia es un atributo de la Iglesia entera y que el ministerio ordenado podría ser entendido únicamente como algo existente entre la comunidad de fe. El concilio Vaticano II yo entrara una nota sección del papel del laicado en la Iglesia, sobre todo en el llamado misionero. Se acentuó el plan divino de la salvación para todo el pueblo, en todo el mundo y en toda época, este laicado trabaja al lado de la jerarquía y el derecho a ser apóstoles. Sin embargo el hecho de que el laicado no participe en la toma de decisiones, separando la base de la cúspide, lo que ha traído más tensión entre ambos extremos, por el temor al elemento “congregacionalista” dentro del catolicismo. Lo mismo sucede en el protestantismo, el espíritu se ha derramado sobre el pueblo de Dios, no sólo sobre algunas personas seleccionadas, “el clero, entonces, surge de la comunidad, la guía, y actúa en nombre de Cristo”. La asamblea del CMI en nueva Delhi (1961); la comunidad es portadora primaria de la misión, “la estructura misionera de la congregación”. La misión ya no surge ni del Papa ni de una orden misionera, ni de ninguna sociedad o sínodo, sino de una comunidad reunida alrededor de la palabra y de los sacramentos. El modelo vertical desde el Papa diera obispos y sacerdotes hasta los feligreses, se ha estado modificando por otro en el cual todos están involucrados directamente. Surge el debate sobre la ordenación de mujeres y que los laicos se involucren directamente en la celebración de la Santa Cena. El problema con este debate, es que sugiere que algunas formas de ministerio ordenado y algunas formas de autoridad para la celebración de los sacramentos son principios y de lo que la Iglesia es en realidad.Formas de ministerio.Moltmann, su tesis de la teología del futuro ya no será sólo para sacerdotes o el pastor sino también para laicos. En la actualidad el ministerio conjunto del clero y el laicado, hasta el punto en el que no poder distinguir quién está siendo que. Comunidades “pequeñas” o “de base”, que habiendo comenzado en América Latina hoy están surgiendo a través del mundo en pero, hasta en occidente. Tomando forma como grupos eclesiales hogareños en occidente, iglesias independientes en África, reuniones clandestinas en países donde el cristianismo está prohibido, etc.Alguna forma de ministerio ordenado es absolutamente esencial y constructiva, no como garante o dispensadora de la gracia de Dios, sino como un guardián que ayuda a la comunidad a mantenerse fiel a las enseñanzas y las prácticas del cristianismo apostólico, el clero no hace esto sólo, sino conjuntamente con todo el pueblo de Dios, ya que todos han recibido es el Espíritu Santo que guía la Iglesia a toda la verdad. Luego entonces necesitamos una eclesiología más orgánica y menos clerical, de todo el pueblo de Dios.La misión como testimonio a personas de otras religiones vivas.Una escena movediza.A partir de 1960 surgió la teología de las religiones y provocó en algunos cristianos se preguntaran “quiénes son estos católicos romanos, anglicanos, metodistas, ortodoxos” y por otro lado “quien son esas personas de otras religiones, hindúes, budistas y musulmanes”. Surgiendo una relación entre el ecumenismo y la teología de la religiones. A través de los años la porción católica insistía que “fuera de la Iglesia no hay salvación”, el modelo protestante afirmaba que “fuera de la palabra no hay salvación”. En ambos modelos la misión significaba conquista y desplazamiento. Durante la mayor parte de la media el enemigo 1 del cristianismo fue el Islam, surgiendo las cruzadas para aplastar esta amenaza, antes de que este aplastara a la Iglesia. Esta actitud cristiana hacia el Islam permanece. Nicolás de Cusa , nunca dudó ni por un instante la superioridad absoluta del cristianismo frente al Islam, Bartolomé de las casas siempre consideró como irrebatible, que las “supersticiones” de los indios americanos eran infinitamente inferiores a la fe cristiana.La certidumbre inmutable, vacía de colectiva del medioevo, que persistió hasta el siglo XVIII, ha desaparecido. El cristianismo dice Kramer (1961) , es cuestionado severamente, repudiado o ignorado de manera condescendiente. Un factor principal en esta desintegración fue, por supuesto, la ilustración. En lo que se refiere al mundo de los valores (al cual fue relegada la religión), las certidumbres cristianas inmutables sufrirían erosión y, la Iglesia reconocería la existencia de un dilema que no haber tenido necesidad de enfrentar. Hoy en día tiene que competir por la lealtad en el mercado de las religiones e ideologías. En los países occidentales, cristianos, musulmanes, hindúes, sikhs y budistas caminan juntos por las calles. Los cristianos han descubierto que aquellas “otras” religiones, paradójicamente, se diferencian más y a la vez se asemejan más al cristianismo de lo que harían pensado. En el paradigma de la ilustración se esperaba que la religión iría desapareciendo paulatinamente, mientras avanza el proceso descubrir que todo lo sale para la supervivencia gran los hechos, y que el mundo de los valores, perdería su influencia sobre las personas, en efecto muchas cosas parecían apuntar en esa dirección. El marxismo anuló la religión considerándola como “el opio del pueblo” y propagó un mundo libre de ella, la religión y en particular el cristianismo, parecía estar declinando. Irónicamente, sin embargo la religión no pereció. ¡Al contrario! “Hay religión después de la ilustración”. La resurrección de la religión, sin embargo, no es un fenómeno netamente cristiano. Al contrario, parece que son otras religiones en particular los que están experimentando una revitalización. En algunas instancias (en particular el caso del Islam) la revitalización de las religiones tradicionales se atribuye al flamante nacionalismo, proyectos de independencia nacional y cosas similares. Estas religiones evangelizan de manera mucho más agresiva que las iglesias cristianas. El hinduismo no sólo se afirma con más fuerza en su lugar de origen: sus sectas también ganan prosélitos con éxito en occidente. El budismo se ha vuelto militante en Sri Lanka y otras partes. Los cristianos se han triplicado en este siglo sin embargo los musulmanes se han cuadruplicado. Los musulmanes prohíben la propagación de la fe cristiana, a diferencia de los países occidentales, los que permiten que toda él pueda propagarse. No estamos preparados para enfrentar los desafíos que tenemos por delante.¿Respuestas posmodernas?El cristianismo en general ha experimentado poco éxito, entre los pueblos adherentes. El budismo en Asia, tan pronto salió de su tierra natal, se convirtió en un budismo chino, un budismo tailandés, un budismo japonés, intrínseco a la tierra y el pueblo de estos países. Lo que constituye una verdadera misión encarnanacional. La misión cristiana en cambio, ha sido una moción descorporalizada. No se rompió la maceta en que venía plantado el cristianismo en otras naciones, por lo que no pudieron echar raíces, convirtiéndose en bonsái. El cristianismo llegó tarde al escenario asiático, excepto tal vez en las Filipinas. Ahora su única esperanza radica en tratar de crear (por ejemplo) apenas un cristianismo indio (de la india), sino, como un cristianismo hindú (M. Amalados, R.Panikkar)en todas partes existe hoy una nueva preocupación por lograr una teología religión cristiana, y un intento desesperado de compensar la miopía del pasado. La confusa diversidad de intentos, cada uno de estos abarcan elementos tanto el paradigma moderno como del posmoderno. El autor de cierre tres posiciones:1 exclusivismo. La actitud católica y protestante, en relación a otras religiones fue premoderna o en algunas manifestaciones moderna. Nosotros podemos referirnos al cristianismo en términos de estar en proceso de convertirse en “religión verdadera” lo decimos porque Dios la crea, elige, justifica y santifica. Igual que el ser humano justificado, la religión verdadera es una criatura de la gracia.2 Cumplimiento: el cristianismo como el cumplimiento de otras religiones estaba ya presente en los conceptos de adaptación, acomodación e indigenización. Hacer comparaciones con otras regiones en el mundo occidental, no había duda de cuál religión estaba en la cima. En el informe estadounidense (1932) su énfasis fue “todos estamos en la misma ruta hace una sola cultura mundial y necesitamos una sola religión, sin duda basada en gran parte en las presuposiciones cristianas de occidente. El amor cristiano, sugirió Hocking, era el elemento preciso para el rejuvenecimiento espiritual del mundo. Por otro lado hubo presiones para cambiar el acercamiento de la teología desde un acercamiento Eclesiocéntrico a otro Cristocéntrico. Rahner al analizar otras religiones y su posible valor sádico es la cristología. Nunca abandona la idea del cristianismo como la región absoluta ni la idea de Cristo como único medio de salvación, pero reconoce elementos sobre naturales de la gracia en otras religiones, que, según él, han sido otorgados a seres humanos por medio de Cristo. Existe una gracia sádica dentro de otras religiones, examinará si es Cristo. Esto convierte a otras personas en “cristianos anónimos” y otorga a sus religiones o lugar positivo dentro del plan salvífico de Dios.3 Relativismo: este se manifiesta en algunos modelos son claramente premodernos y modernos y otros que revelan rasgos de un paradigma posmoderno (al igual que en el exclusivismo y el cumplimiento). Las religiones resultan ser más complementarias que contradictorias (el ejemplo del elefante y los indios ciegos, según la parte que tocaban, serpiente, espada, abanico, pared, columna o cuerda.) Esté extremo relativismo de la ilustración casi nunca se encuentra hoy en círculos cristianos. Todas las religiones consisten en distintas respuestas humanas frente a una sola realidad divina y afirma que todas en carga diferentes percepciones que han tomado forma en medio distintas circunstancias históricas y culturales. (Ernest Troeltsch 1865-1923). Todas las religiones tienen igual validez y otros reveladores y salvadores pueden ser tan importantes como Jesucristo (Hick).John Macquarrie, aboga por un “ecumenismo global” y sugiere que la misión cristiana debe restringirse aspectos humanitarios como la salud, la educación y cosas semejantes. En particular, nunca debe buscar la conversión de los adherentes de las denominadas actas religiones, en las cuales la gracia sádica de Dios ya está operando de manera visible. Las pretensiones legales de verdad son simplemente parte de todo el mosaico religioso y deben ser vistas como tal.Diálogo y misión.Un compromiso definitivo con la religión de uno, como una genuina perturba a la del otro, de vacilar constantemente entre la certidumbre y la duda. En todos estos acercamientos cada vez se quiebra la atención. Klaus Klostermainer si esta ruta: el diálogo y la misión tienen su encuentro a nivel más de corazón que de mente. Estamos frente a un misterio.La primera perspectiva necesaria, es aceptar la coexistencia de distintas religiones y hacerlo con gusto (no ha regañadientes). Macquarrie (1977) ha identificado seis factores formativos en la teología: la experiencia, la revelación, la escritura, la tradición, la cultura y la razón y R. Pape añade 1/7 factor formativo: otra religión. En Sri Lanka, el tema se convirtió “los cristianos en diálogo con los hombres de otras religiones”. En 1977 en Tailandia el tema fue “diálogo en comunidad”.En segundo lugar, el verdadero diálogo presupone compromiso. Sin un compromiso con el Evangelio, el diálogo se convierte en algo arrogante y sin valor.En tercer lugar, el diálogo (y, por ende, la misión) es posible únicamente si partimos de la convicción que, no estamos avanzando hacia el vacío, sino que procedemos esperando encontrarnos con Dios que nos ha precedido preparando las personas dentro del contexto su propia cultura y convicciones. Dios ya ha derribado las barreras; su espíritu obra constantemente de manera que sobrepasan el entendimiento.En cuarto lugar, tanto el diálogo como la misión pueden conducirse únicamente con una actitud de humildad. Esa actitud de humildad es intrínseca de la fe cristiana auténtica. “Nadie niega que Jesús hizo mucho bien, pero esto de ninguna manera lo salvó de ser crucificado. La humildad también significa mostrar respeto por nuestros precursores en la fe, que tuvieron sus prejuicios racistas, machistas e imperialistas. El punto es que tampoco hay garantía que resultaremos mejores que ellos.El quinto lugar, tanto el diálogo como la misión deben reconocer que las religiones son mundos en sí mismos, con sus propios ejes y estructuras; se orientan en diferentes direcciones y plantean preguntas diferentes. Esto implica, entre otras cosas, que el evangelio cristiano no tiene la misma relación con el hinduismo que con el budismo, etc. El paradigma moderno, que tiende a pasar por alto las diferencias. Lo que pasa generalmente es que se toma como punto de partida al cristianismo, generalizando los elementos de la religión cristiana hasta adecuarlos al fenómeno de otras religiones y entonces producir una especie de copia reducida del cristianismo. Esto convierte a otras religiones en poco más que un eco de la misma voz del cristianismo y demuestra poca sensibilidad ante el hecho de que ellas plantean sus propias preguntas al cristianismo.Pablo VI (1964) crea la impresión de concebir otras regiones como círculos concéntricos alrededor de la Iglesia Católica, es el centro, según este modelo, marca la distancia en relación con el cristianismo en particular con la Iglesia Católica. El “pluralismo punitivo” de Knitter afirma que las religiones del mundo son “más complementarias que contradictorias” (1985) que saldría cabo igual a la perspectiva de los filósofos de la ilustración. La religión auténtica es, sin embargo demasiado difícil de manejar como para caber en semejante constelación.En sexto lugar, el diálogo no es un sustituto ni un subterfugio para la misión. No pueden verse como idénticos o como opuestos el uno del otro. La reunión de la CMME en San Antonio lo expresó “afirmamos que el testimonio no incluye el diálogo sino que invita al diálogo, y que éste no excluye el testimonio sino que invita a testimonio y lo profundiza”.La correspondencia entre el diálogo y la misión es llamativa. El diálogo y la visión viajan por una calle de una sola vía; ninguno de los dos es tercamente dogmático, intolerante o manipulador..Las disimilitudes entre el diálogo y el testimonio. Knitter (1985) dice que la meta de la misión es que un cristiano se convierte en un mejor se han y el budista en un mejor budista, lo que apoya el diálogo pero no a la misión. Gómez (1986) dice la Iglesia proclama y sus deberes hacerlo, sin tregua al Cristo que es el camino, la verdad y la vida. CMI no escatimar esfuerzos para establecer de una vez por toda la legitimidad y algo, pero aquí hay duda sobre el llamado de la Iglesia a testificar de la vida de Cristo. La asamblea de Nairobi (1975)declara: con valentía confesamos a Cristo sólo como El Salvador y el señor y expresa confianza segura en el poder del Evangelio. En ME6 leemos: en el caso de la vocación de la Iglesia en el mundo está la proclamación del reino de Dios inaugurados en Jesús el señor, crucificado y resucitado. Agrega: los cristianos adeudan el mensaje de la salvación de Dios en Cristo Jesús a todas las personas y a todos los pueblos. En la conferencia de San Antonio: el Dios felino, padre hijo y espíritu Santo, es un dios en misión, la fuente y el sustentador de la misión de la Iglesia. Y dice: no podemos apuntar a ningún otro camino de salvación a parte de Jesucristo. Éstos elementos no negociables de la misión llegaron ser abundantemente claros en esos capítulos sobre el carácter misionero de la iglesia primitiva.En séptimo lugar: la pregunta ¿las otras religiones también pueden “salvar”? ¿Que sucede un individuo después de la muerte? Las religiones crecen y aseguran tal salvación. ¿Será esta la única razón por la que las personas deben llegar a ser cristiana? Y para eso hay que aceptar un sistema fijo de dogmas, ritos e instrucciones. Sin embargo, la conversión no significa un inicio una comunidad con el fin de asegurar la “salvación eterna”; más bien, es un cambio de lealtades en el que la persona acepta Cristo como señor y centro de su vida. Más que ser salvo la persona abraza su responsable resentido de servir a Dios en esta vida y promover el reino de Dios en todas sus manifestaciones. La conversión incluye una limpieza personal, el perdón, la reconciliación y la renovación, con el fin de llegar a ser partícipe de las asombrosas obras de Dios.¿Cómo combinar la fe en Dios revelada de manera única en Cristo Jesús con la confesión de que Dios nos ha quedado sin testimonio? ¿Cómo mantener esta tensión entre ser, a la vez, misionero y dialógico? Esta tensión surge por cualquier camino que escojamos. “Aceptamos esta tensión y no buscamos resolverla”. No tenemos todas las respuestas. Démosle su compromiso en el diálogo y la misión como una aventura. No como soldados, sino que, mensajeros de la paz; no como vendedores que presionan, sino con embajadores del Señor siervo.La misión como teología.Visión marginada.El no testamento se escribió dentro de un contexto misionero. Se encontraba la Iglesia-en-misión. Así la misión se convirtió en la “madre de la teología”. La teología perdió su dimensión misionera. En el periodo posmoderno se entendió a la teología primordialmente en dos sentidos. En primer lugar, fue el término para describir un conocimiento real e individual de Dios y de las cosas relacionadas con él. En segundo lugar, fue el testimonio utilizado para disciplinar, una empresa auto consciente y escatológico. Durante muchos siglos había una sola disciplina denominada “teología”. Bajo el impacto de la ilustración aquella disciplina se dividió en 2 areas: la teología como el conocimiento práctico necesario para llevar a cabo el trabajo clerical, y la teología como una empresa técnica y académica entre tantas otras. La teología se desarrolló a lo que Farley denomina “modelo cuádruple”: las intrigas de Biblia (texto), la historia de la Iglesia (historia), la teología sistemática (verdad) y la teología práctica (aplicación).La teología “práctica” se convirtió un mecanismo para mantener la Iglesia en marcha, entre las otras disciplinas resultaron ser ejemplos de ciencia “pura”. La teología en gran parte estaba desprovista de una dimensión misionera, aún después de siglo 15. Voetius fue el primero en desarrollar una “teología de la misión”. La misión estaba relegada totalmente a la periferia de la Iglesia sin despertar ningún interés. La teología permaneció como algo netamente parroquial y doméstico. La teología práctica tiene que ver con el pastoral o de la Iglesia y la misiología con el apostolado de la Iglesia.Una segunda estrategia la de abogar por la introducción de la misiología con una disciplina teológica por derecho propio. Warneck su contribución provocó respuestas no solamente los círculos protestantes sino católicos. Existen muchas cátedras y departamentos de misiología hoy más que nunca. Un tercer acercamiento, era abandonar la enseñanza de la misiología como una materia aparte y esperar que las otras disciplinas teológicas incorporen la dimensión misionera a todo el campo teológico.De una teología de la misión y a una teología misionera.El problema básico, por supuesto, no el concepto de misiología, sino con el concepto de misión, donde ésta se define exclusivamente en términos de la salvación de almas o la extensión de la Iglesia, la misionología no podría sino ser la ciencia del misionero y para el misionero, una materia práctica (sino pragmática): “¿cómo implementamos la tarea? ..Illich define la misión como la continuación social de la Encarnación. O el amanecer social del ministerio, o el florecer social de la palabra en medio de un presente siempre cambiante (1974). El movimiento misionero de la Iglesia es únicamente una de las formas de la naturaleza extrovertido del amor de Dios. (Haight 1976). La misión significa servil, sanar y reconciliar a la humanidad dividida y herida. La misionología está para permear sus toda las disciplinas; no es sólo un sector de la enciclopedia teológica (Linz 1964). En términos de su aspecto dimensionar la misión no ya desafía responde a los desafíos de disciplinas específicas.La Iglesia tiene una historia sólo porque Dios dio el privilegio de participar en la” missio Dei”. La hemos convertido en una sede de historias denominacionales, donde cada denominación simplemente escribe sus propias crónicas, es cumpliendo los rostros de sus fundadores en un “postre o térmico privado” (Hoekendijk 1967). M. Austin “una Iglesia de clase media del siglo XIX, que se esfuerza por asumir los desafíos del siglo XX cuando el siglo XXI ya está a la puerta”.Considerando la dimensión misionera de la teología práctica, ésta se vuelve miope, y se preocupa sólo por la autorrealización de la Iglesia en torno a su predicación, catequesis, liturgia, ministerio docente pastoral y diaconado, en lugar de voltear sus ojos hacia el ministerio del mundo, analizando la actividad misionera, de alertar a una teología ya una Iglesia domesticada respecto a la realidad en el mundo exterior que está herido y al cual Dios ama. La iglesia debe advertir a su clientela sobre las realidades del tercer mundo. Para la comunidad cristiana entera –Iglesia del primer, segundo y tercer mundo-la misionología implica globalización. Y para lograr esta globalización, necesita especificidad y concretización.Lo que puede y lo que no puede hacer la misionología.Ésta tiene una tarea doble, una respecto a la teología y otras respecto a la praxis misionera.Frente a primera la visión desempeñó una función crítica desafiando continuamente a la teología, por medio de la reflexión sobre la fe, y ha de acompañar al Evangelio en su peregrinaje en medio de las naciones y a través del tiempo. Rompiendo con las actitudes cómodas, y oponiéndose acá en pulso eclesiástico de auto preservación cada deseo de permanecer igual cada inclinación al provincialismo y el parroquialismo. Es además acompañar críticamente a la empresa misionera, fiscales a sus fundamentos, sus metas, sus actitudes, sus mensajes y sus métodos.La praxis misionera permanece en tensión creativa con los orígenes de la misión, con el texto bíblico y con la historia del involucramiento misionero de la Iglesia. La teología (incluyendo naturalmente la misionología) es una reflexión sobre mensaje y su proclamación, la examina críticamente y no pueden involucrarse en la misión. Éstas se capta, no se enseña. Se debe concentrar en la naturaleza inter subjetiva de la empresa misionera y de la reflexión mencionó lógica en torno a ella. Cada rama de la teología, incluyendo la misionología, aún se encuentra en estado incompleto, frágil y preliminar.La misión como acción de esperanza.La “oficina de escatología” cerrada.Erne Troeltsch fue el que dijo “la oficina de escatología se encuentra cerrada a mayor parte del tiempo” sin embargo con el redescubrimiento del escatología, primero en el protestantismo, luego el catolicismo. En efecto, en nuestro siglo la “oficina de escatología” a estado trabajando horas extras”. Únicamente nuestra época, hemos emperador descubrir la naturaleza histórica fundamental de la fe y la escatología bíblica. La pregunta ¿quién es Dios?, se contestaba con la referencia a la historia: El dios Abraham, de Isaac y de Jacob. Y la historia de Jesús de Nazaret es parte integrante de aquella historia y carece de sentido si ella. Ernest Bloch afirma: “donde hay esperanza, hay religión”. La ilustración prácticamente destruyó la categoría de la esperanza. Desechó la teología y funcionó únicamente en términos de causa y este, no de propósito” “el Dios de la física nos da lo que anhelamos; pero nos dice lo que debemos anhelar” (George Santayana). La religión tiene dos respuestas. Una respuesta sido formulada por Mircea Eliade como “el mito del eterno retorno” : lo que esperamos es lo que ya fue pero ha perdido. En el principio de un paraíso, un estado de felicidad libre tensiones, el cual perdimos; la salvación significa recuperar el paraíso. La respuesta judeo-cristiana destierre esto. El futuro anhelado lo es una simple repetición o un retorno al origen. Más bien, el futuro está abierto hacia un nuevo comienzo que superará el primero. El pasado constituye la promesa del futuro. El dios del futuro se coloca en costa de los dioses del origen, del ciclo de la naturaleza, del “eterno retorno”

jueves, 28 de agosto de 2008

ELEMENTOS DE UN NUEVO PARADIGMA MISIONERO ECUMÉNICO


12-b
LA MISIÓN COMO LIBERACIÓN

Explorar la teología de la liberación como una de las más dramáticas ilustraciones del cambio fundamental de paradigma que actualmente está ocurriendo en el pensamiento y la práctica de la misión.

DEL DESARROLLO A LA LIBERACIÓN.
La teología de la liberación es un fenómeno multifacético.
En la práctica, todas las teologías de liberación y de inculturación (proceso de integración de una cultura en otra), son teologías originarias del Tercer Mundo o teologías del Tercer mundo dentro del Primer Mundo.
El concepto de desarrollo dio expresión al desafío contemporáneo.
El desarrollo implicaba una comunidad evolutiva con el pasado; la liberación implicaba una ruptura con el pasado y un nuevo comienzo.

LA OPCIÓN PREFERENCIAL DE DIOS POR LOS POBRES
Los pobres son los primeros, aunque no los únicos, sobre los cuales se enfoca la atención de Dios y que, por lo tanto, la iglesia no tiene otra opción sino la de demostrar su solidaridad con ellos.

TEOLOGÍA LIBERAL Y TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN
La teología de la liberación, o liberal, tiene una preocupación social y rechaza la tendencia a interpretar la fe cristiana con base a los hechos humanos.
La teología de la liberación, es teología “desde abajo”. Cree que el desarrollo de la historia no es l desarrollo sino la revolución.

LA CONEXIÓN MARXISTA
Las teologías de la liberación como las contextuales son acusadas de haber rendido el evangelio cristiano a una ideología marxista.
Es utilizada como una herramienta de crítica y no de manera prescriptiva.
La liberación no ha adoptado la ideología marxista porque:
1. El marxismo comparte con el capitalismo las presuposiciones del paradigma de la ilustración.
2. El cristianismo como religión procede de la premisa que existe una realidad detrás y por encima de la realidad tangible y visible alrededor de nosotros; su marco de referencia no es solamente este mundo.
3. Apoyar la violencia es la sustancia del marxismo.

LIBERACIÓN INTEGRAL
La teología de la liberación ha ayudado a la iglesia a redescubrir su antigua fe en Dios; estaba fundamentada en su involucramiento en la historia como Dios de la rectitud y la justicia, defensor de la causa del débil y el oprimido.

LA MISIÓN COMO INCULTURACIÓN
Después de Constantino, la religión ilícita se convirtió en la religión de la clase gobernante, convirtiéndose la iglesia en la portadora de cultura.
Su alcance misionero significó, un movimiento desde los civilizados hacia los salvajes, de una cultura superior hacia culturas inferiores.

DESARROLOS EN EL SIGLO VEINTE
El surgimiento Tercer Mundo y del pensamiento antropológico que lentamente iba revelando la relatividad y el carácter contextual de todas de las culturas.
Otro factor fue la maduración de las iglesias más jóvenes, fenómeno ligado a la aparición de iglesias independientes totalmente libres de cualquier control misionero.

HACIA EN LA INCULTURACIÓN
Una pluralidad de culturas presupone una pluralidad de teologías.
Se recompensa la fe cristiana, se reformula y se vive de nuevo en cada cultura humana.

LOS LÍMITES DE LA INCULTURACIÓN
La inculturación no implica la destrucción de una cultura para edificar algo nuevo sobre ruinas; tampoco sugiere la afirmación total de la forma actual de una determinada cultura.
Según Walls, hay dos principios que funcionan:
1. El principio de la indigenización, afirma que el evangelio está en casa en cada cultura y cada cultura está en casa con el evangelio.
2. El principio peregrino, previene que el evangelio también nos va a poner en conflicto con la sociedad.

INCULTURACIÓN
Siempre será un proceso tentativo y continuo porque la iglesia puede ser guiada a descubrir misterios de la fe desconocidos previamente. Todas las teologías se desafían, se enriquecen, se vitalizan las unas a las otras.

LA MISIÓN COMO TESTIMONIO COMÚN
El (re) nacimiento de la idea ecuménica (universal) en la misión.
En cuanto al protestantismo, la idea ecuménica fue el resultado directo de los varios despertares y el subsecuente involucramiento de las iglesias de Occidente en la empresa misionera a nivel global.
La idea ecuménica floreció especialmente en el movimiento misionero.
La palabra ecuménica fue usada para describir toda la tarea de la iglesia en llevar el evangelio a todo el mundo.

CATÓLICO-ROMANOS, MISIÓN Y ECUMENISMO
El desarrollo de los acontecimientos en el catolicismo ha sido aún más dramático que en el protestantismo. La restauración del catolicismo se manifestó en términos de contrarreforma. La misma palabra misión sonaba antiprotestante.

UNIDAD EN MISIÓN; MISIÓN EN UNIDAD
Todas las uniones de iglesias ocurridas en 1920, tiene sentido únicamente si existen para servir a la misión de Dios.
Lineamientos del nuevo paradigma:
1. La coordinación mutua de la misión y la unidad no es negociable. El don de Dios es la unidad en el cuerpo de Cristo.
2. Mantener juntas tanto la misión y la unidad como la verdad y la unidad presupone tensión.
3. Una iglesia unida-en-misión es esencial a la luz del hecho que la misión de la iglesia nunca llegará a su final.
4. La misión en unidad implica el final de la distinción entre iglesias enviadoras e iglesias receptoras.
5. Al aceptar la validez de la misión-en-unidad, toman una posición en contra de la multiplicación de nuevas iglesias.
6. La unidad en la misión y la misión en unidad están para servir a la humanidad a través de la iglesia y buscan manifestar el dominio universal de Cristo.
7. La pérdida de la unidad eclesial no es solo una molestia sino un pecado. En Cristo es dada la unidad y es un mandamiento.

jueves, 21 de agosto de 2008

CAPITULO 12 Elementos de un Nuevo Paradigma Misionero


Seminario Teológico Bautista de México
Profesor: Pastor Rafael Pola Baca
Seminarista: Edgar Samuel Bonilla Munive
Reporte de lectura
Misión en transformación
David J. Bosch

CAPITULO 12
Elementos de un nuevo
paradigma misionero ecuménico

La idea principal del capitulo es analizar el lugar que ocupa la iglesia en la misión y los elementos que componen el nuevo paradigma misionero.
La misión como la Iglesia-con-otros
1.- Iglesia y misión
Avery Dulles sugiere cinco prototipos que se pueden considerar a la iglesia, como :
- Institución
- Cuerpo místico de Cristo
- Sacramento
- Heraldo
- Siervo
2.- Cambios en el pensamiento misionero
En los congresos misioneros 1910-1963 se destacó la ausencia de entusiasmo en las iglesias de occidente sobre la relación iglesia-misión
3.- Misionera por naturaleza
En la iglesia naciente se concibe a la iglesia como esencialmente misionera.
En 1ª de Pedro 2.9 la iglesia es enviada.
4.- El pueblo peregrino de Dios.
La iglesia peregrina idea propuesta por:
a.- Dietrich Bonhoeffer en el protestantismo
b.- Yves Congar en el catolicismo (1937)
5.- Sacramento, señal e instrumento
Terminología utilizada más en la iglesia católica que en la protestante.
6.- Iglesia y mundo
En la relación iglesia mundo Se percibe a la misión como “Dios dirigiéndose al mundo.”
7.- El redescubrimiento de la iglesia local
8.- Tensión creativa

La misión como missio Dei
En los siglos anteriores la misión se entendió como:
- Salvar a los individuos de la condenación eterna
- Introducir a las personas de Oriente o del Sur a las bendiciones y privilegios del Occidente.
- Expansión de la iglesia
- El mundo se transformaría de manera evolutiva o por evento cataclísmico en el reino de Dios
La misión como mediadora de la salvación
Interpretaciones tradicionales de la salvación
La salvación el paradigma moderno
Crisis en el entendimiento moderno de la salvación
Hacia una salvación integral
La misión como la búsqueda de la justicia
El legado de la historia
La tensión entre la justicia y el amor
Los dos mandatos
a.- Espiritual hace referencia a la comisión de anunciar la nueva buenas de salvación por medio de Jesucristo.
b.- Social, llama al cristiano a participar responsablemente dentro de la sociedad humana.
Henry concluye “no hay espacio para…. Un evangelio que sea diferente a las necesidades del hombre integral y a las del hombre global.
Una convergencia de convicciones
La misión como evangelismo
Evangelismo una plétora de definiciones
Hacia un entendimiento constructivo del evangelismo
1.- Percibo la misión como un concepto más amplio que evangelismo
2.- El evangelismo por tanto no debe equipararse a la misión
3.- El evangelismo puede considerarse como una esencial dimensión de la totalidad de la actividad de la iglesia.
4.- El evangelismo implica dar testimonio de lo que Dios ha hecho, esta haciendo y hará.
5.- Aun así, el evangelismo busca una respuesta
6.- El evangelismo es siempre una invitación
7.- el que evangeliza es testigo no juez
8.- Aunque debemos ser humildes acerca del carácter y la eficacia de nuestro testimonio, el evangelismo permanece como un ministerio indispensable.
9.- El evangelismo sólo es posible cuando la comunidad que evangeliza, la iglesia, es una manifestación radiante de la fe cristiana y exhibe un estilo de vida atrayente.
10.- El evangelismo ofrece salvación a las personas como un don presente, y con ella una promesa de felicidad eterna.
11.- El evangelismo no es proselitismo.
12.- EL evangelismo no es lo mismo que la extensión de la iglesia
13.- Distinguir entre evangelismo y reclutamiento de miembros, sin embargo, no implica que están desconectados.
14.- El evangelismo se dirige únicamente a personas y las personas son las únicas capaces de responder.
15.- EL evangelismo autentico es siempre contextual.
16.- por eso el evangelismo no puede ser divorciado de la proclamación y la práctica de la justicia.
17.- El evangelismo no es un mecanismo para adelantar el retorno de Cristo.
18.- El evangelismo no sólo es la proclamación verbal.

La misión como contextualización
Génesis de la teología contextual
La ruptura epistemológica
Las ambigüedades de la contextualización
1.- La misión como contextualización es una afirmación que Dios se ha vuelto hacia el mundo
2.- La misión como contextualización implica la construcción de una variedad de teologías locales.
3.- No sólo se presenta el peligro del relativismo, en el cual cada contexto se forja su propia teología, hecha a mediada para ese contexto especifico, sino también el peligro de absolutizar el contextualismo.
4.- Tenemos que mirar todo este asunto desde otro angulomás, el de leer las señales de los tiempos. expresión que ha invadido el lenguaje eclesiástico contemporáneo.
5.- A pesar de la naturaleza y el lugar innegablemente cruciales que tiene el contexto entonces, este no debe ser tomado coma la única y fundamental autoridad para la reflexión teologica.
6.- Distorsión del debate de la contextualización si lo interpretamos únicamente como un problema referente a la relación entre praxis y teoría
7.- Los mejores modelos de la teología contextual lograron mantener unidas en tensión creativa, teoría, praxis y poiesis, o, si preferimos, la fe, la esperanza y el amor.

viernes, 15 de agosto de 2008

Capítulo 11. Misión en tiempos de prueba


Seminario Teológico Bautista Mexicano. Campus “Horeb”
Materia: Naturaleza y misión de la iglesia II
Profesor: Pastor Rafael Pola Baca
Alumno: Hno. César Roberto Ramos Gutiérrez


Reporte de lectura
Libro: “Misión en transformación”
Autor: David J. Bosch
Editorial: Libros de desafío

Resumen del Capítulo 11. “Misión en tiempos de prueba”

Los elementos teológicos que durante siglos habían estado ausentes de las iglesias o se habían instalado en los movimientos marginales de la cristiandad han vuelto a surgir en el cristianismo establecido y, en cierto sentido, han efectuado un retorno a una posición preconstantina. La Iglesia también ha perdido su posición de privilegio. En muchas partes del mundo, aun en regiones donde la Iglesia se había instalado como un factor de poder por más de un milenio, ser cristiano es más un impedimento que una ventaja. En los tradicionales campos misioneros la posición de las agencias misioneras del mundo occidental y sus misioneros ha sufrido una profunda revisión. Ya no salen los misioneros como embajadores o representantes del poderoso Occidente a territorios sujetos a naciones blancas y cristianas. Además, hay que tener en cuenta las relaciones incipientes con las iglesias jóvenes. Donde aún se les da la bienvenida (o se los tolera), los misioneros occidentales van como obreros fraternales al servicio de una Iglesia autónoma ya establecida. Los valientes héroes de la fe de la era pasada, que llevaron el evangelio a los confines de la tierra y edificaron nuevas comunidades de fe casi solos (o por lo menos así lo veían ellos), evolucionaron para convertirse en colaboradores, a veces considerados tan reemplazables como una llanta de repuesto. En el transcurso del siglo veinte la empresa misionera y la misma idea misionera han sufrido profundas modificaciones, en parte como respuesta al reconocimiento de que la Iglesia, en efecto, es recipiente no solamente de la misericordia de Dios sino también de su ira; que las buenas intenciones no son suficientes, y que cada uno de nosotros es, según el famoso dicho de Lutero, siempre simul justus et peccator (al mismo tiempo justificado y pecador). ¿Cómo puede la Iglesia arrepentirse de sus errores pasados? ¿Cómo puede redescubrir la esencia de su naturaleza y llamado? ¿Tiene que estar siempre a la defensiva? ¿Le toca rendirse ante las presiones de un mundo radicalmente distinto al que al principio fue enviada con su misión? ¿No podrá responder creativamente a los desafíos presentados actualmente? El arrepentimiento tiene que empezar por reconocer osadamente que la Iglesia-en-misión enfrenta actualmente un mundo fundamentalmente diferente de todos los anteriores. Durante los años formativos de la Iglesia primitiva la primera respuesta se manifestó, inter alia, en el movimiento conocido como el ebionismo, en el que se consideraba a Jesús solamente como un profeta más; la segunda respuesta se vio en el gnosticismo, una herejía que despreciaba el Antiguo Testamento juntamente con gran parte de la historia de Jesús. De igual modo, durante la era de la Reforma gran parte de la respuesta oficial por parte de la Iglesia Católica a los esfuerzos de Martín Lutero se expresó más en términos contrarreformistas que reformistas; por otro lado, algunas sectas radicales intentaron desechar quince siglos de historia cristiana, hacer borrón y cuenta nueva y reinaugurar el Reino de Dios sin más tardanza. En el caso de cada cambio paradigmático, siempre ha quedado una tensión creativa entre lo nuevo y lo viejo. las fuerzas centrífugas como las centrípetas en el paradigma emergente —diversidad versus unidad, divergencia versus integración, pluralismo versus holismo— tendrán que ser tomadas en cuenta en todo el proceso. Una noción crítica en ese sentido será la de tensión creativa: únicamente en el marco de este campo de fuerzas de aparentes opuestos empezaremos a aproximarnos a una manera de hacer teología que sea significativa para nuestra propia época.

The end

Capítulo 10. El surgimiento de un paradigma posmoderno


Seminario Teológico Bautista Mexicano. Campus “Horeb”
Materia: Naturaleza y misión de la iglesia II
Profesor: Pastor Rafael Pola Baca
Alumno: Hno. César Roberto Ramos Gutiérrez

Reporte de lectura
Libro: “Misión en transformación”
Autor: David J. Bosch
Editorial: Libros de desafío

Resumen del Capítulo 10. “El surgimiento de un paradigma posmoderno”

El fin de la era moderna

Surgiría un paradigma más, al cual denominaremos, por el momento, el paradigma posmoderno. La situación respecto al paradigma posmoderno es fundamentalmente diferente. El nuevo paradigma, todavía se encuentra en el proceso de formación y aún no es del todo claro qué forma adoptará al fin. El período de transición entre paradigmas se caracteriza por un profundo sentido de incertidumbre, y de hecho la incertidumbre parece ser uno de las pocas constantes de la era contemporánea y uno de los factores que engendra fuertes reacciones a favor de la continuidad del paradigma de la Ilustración, aunque desde todo ángulo es innegable su declive. Descartes, apeló al principio de la duda radical como el meollo de su método. Marcó la pauta prácticamente para todo el desarrollo subsecuente de la ciencia, la filosofía, la teología, etc. Enfatizó una metodología racional y deductiva (o matemática) para la ciencia. El positivismo lógico del siglo veinte, tendía a reflejar la moda inductiva, mientras la teoría de falsificación propuesta puede ser considerada como una continuación de la tradición deductiva. La ciencia llegó a significar conocimiento preciso, datos absolutamente confiables, etc. Los teólogos y otros eruditos en las ciencias sociales abrazaron esta visión y la aplicaron meticulosamente a sus disciplinas, como atestigua gran parte de la teología (incluyendo sus subdisciplinas) del siglo diecinueve y la primera parte del siglo veinte. A todas luces, había en el ambiente la exigencia de una crítica más profunda al paradigma de la Ilustración. La historia, vista como algo más que un recipiente de anécdota y cronología, pudo producir una transformación decisiva de la imagen de la ciencia de la cual hoy estamos poseídos. Bajo todas estas perspectivas la teoría científica, la historia, la sociología y la hermenéutica van de la mano. Está surgiendo una visión nueva que afecta a todas las ciencias, tanto a las humanas como a las naturales.

El desafío a la Ilustración

La expansión del racionalismo

Durante el siglo veinte: el cristianismo se propagó en términos de una experiencia religiosa única, como algo limitado a la vida privada, como algo más racional que la ciencia misma, como la regla para toda la sociedad y como lo que podía liberar a la humanidad de toda forma de apego religioso redundante. A pesar de las muchas veces brutal supresión de la religión en la bloque soviético y la China, ahora ha llegado a ser evidente que el cristianismo está en proceso de expansión y no de declinación en esos y otros lugares similares. El resurgir de la religión, sin embargo, tiene mucha más sustancia. Una razón fundamental detrás de ello es la estrechez de la percepción característica de la Ilustración de que la racionalidad constituía una piedra angular adecuada sobre la cual uno podría edificar su vida. La racionalidad tiene que ser ampliada. Una manera de lograrlo es reconocer que el lenguaje nunca puede ser un medio de precisión absoluta; que es imposible, a la larga, definir las leyes científicas y las verdades teológicas. La metáfora, el símbolo, el rito, la señal y el mito, despreciados durante siglos por personas interesadas únicamente en las expresiones exactas, están hoy resucitando, pues crean formas que sintetizan y evocan la integración de la mente y la voluntad; no sólo tocan la mente y sus concepciones y evocan una acción dirigida, sino que obligan al corazón. Los acontecimientos posmodernos han demostrado que la ciencia no es inherentemente adversa a la fe cristiana. Esta observación no debe, sin embargo, llevarnos a postular que ya no existe tensión alguna entre la fe y la razón, entre la religión y el mundo de la ciencia.

Más allá del esquema sujeto-objeto

El dominio sobre la naturaleza y su objetivización, así como el sometimiento del mundo físico a la mente y la voluntad humanas, según el patrón de la Ilustración, tuvo consecuencias desastrosas. Resultó en un mundo cerrado, en esencia completo e inmutable… simple y superficial, y fundamentalmente sin misterio. El llamado, entonces, es a una reorientación básica. Uno debe volver al concepto de sí mismo como un hijo o una hija de la Madre Tierra, como hermana y hermano frente a otros seres humanos. El llamado es a pensar en términos integrales en vez de analíticos, enfatizando el aspecto de estar juntos antes que la distancia, rompiendo con el dualismo entre mente y cuerpo, y entre sujeto y objeto, y subrayando la simbiosis.

El redescubrimiento de la dimensión teleológica

Hacia finales del siglo diecinueve, sin embargo, y más distintivamente en el veinte, se dio un cambio radical de una teología no-escatológica a una escatológica. Esto señala una ruptura con la idea de que todo tiene que ser consecuencia predecible o determinada de alguna ley, algo dado de manera inmutable. Se reintrodujeron las categorías de contingencia e incertidumbre. Las nociones de arrepentimiento y conversión, de visión, de responsabilidad, de revisión de realidades y posiciones anteriores, sumergidas por muchos años por la lógica sofocante del rígido pensamiento causa-efecto, vuelven a surgir una vez más para inspirar a personas cuya esperanza se había desvanecido y al mismo tiempo para dar una nueva importancia a la misión cristiana.

El desafío al pensamiento progresista

Las consecuencias del modelo del desarrollo, sin embargo, fueron contrarias a lo que se había esperado. Los países ricos se volvieron más ricos y los pobres aún más pobres. En los países pobres, las clases privilegiadas parecen ser las que se han beneficiado más de los programas. Social y ecológicamente los resultados fueron a menudo casi desastrosos. los proyectos de desarrollo con frecuencia tuvieron el efecto opuesto a lo esperado: los desarrollistas de Occidente se volvían aún más poderosos que antes, y la brecha del poder entre norte y sur, en vez de cerrarse, de hecho se abrió más. Se propagó, entonces, un nuevo modelo. El problema ya no radicaba en la relación entre el atraso y la modernidad, como habían pensado las personas cuyo pensamiento estaba permeado por el marco de la Ilustración, sino en la relación entre dependencia y liberación.

Un marco fiduciario

La objetividad, generalmente atribuida a la ciencias exactas, ha demostrado ser una ilusión y, en efecto, un ideal falso. Mientras uno vive y piensa dentro del marco de referencia de un determinado paradigma, éste le provee a uno la estructura de plausibilidad según la cual se interpreta toda realidad. Después de la Ilustración, sería irresponsable no sujetar nuestro marco fiduciario a una severa crítica, o dejar de considerar la posibilidad de que la Verdad sea realmente distinta de lo que nosotros pensamos que es. Nos percatemos o no, los acontecimientos de los últimos tres siglos han acentuado en gran manera nuestra capacidad de crítica y es imposible retornar a nuestra inocencia anterior. El asumir una postura cristiana autocrítica puede ser en el mundo moderno la única manera de neutralizar las ideologías; el único vehículo que puede salvarnos del autoengaño y librarnos de depender de sueños utópicos.

Optimismo en disciplina

El creer que todos los problemas pueden resolverse en principio también se encuentra bajo presión creciente. El sueño de un mundo unido, donde todos disfruten de paz, libertad y justicia, se volvió una pesadilla de conflicto, esclavitud e injusticia. La decepción es de tal magnitud y tan fundamental que es imposible desconocerla o reprimirla. Una vez más estamos conscientes, igual que nuestros antecesores, de la imposibilidad de conocer más que una fracción de la realidad. Este es el momento en que la Iglesia y la misión cristianas, una vez más, podrían humilde pero firmemente presentar la visión del Reino de Dios, no como una utopía sino como una realidad escatológica que brilla, aunque de manera opaca, en medio del presente sombrío, lo ilumina y le da sentido.

Hacia la interdependencia

El credo de la Ilustración enseñaba que cada individuo está en libertad de buscar su propia felicidad, independientemente de lo que otros piensen o digan. Este acercamiento tuvo consecuencias desastrosas. Hay en los individuos demasiada autosuficiencia para reconocer sus raíces religiosas o nutrirse de ellas, demasiada sofisticación para ser engañados por el brillo de una y otra ideología irracional; todo lo que les queda al final es el abrazo del nihilismo. Libres para utilizar su poder como quieran, los seres humanos modernos no tienen punto de referencia fuera de ellos mismos, ninguna garantía de que su libertad va a ser utilizada responsablemente y para el bien común. La autonomía del individuo, tan elogiada en décadas recientes, ha terminado en la heteronomía: la libertad para creer cualquier cosa, que ha terminado en la falta de creencia alguna. El rehusar correr el riesgo de la interdependencia al fin y al cabo ha resultado en la alienación de uno mismo. Se necesitan dos cosas para romper la cadena de esta espuria doctrina de la autonomía y rescatar lo verdaderamente humano. Primero, debemos reafirmar lo indispensable de la convicción y del compromiso. Sin ellos, a largo plazo, nadie sobrevive en realidad. Lo que se demanda ahora es estar dispuestos a una postura firme aun si resulta no conformista o peligrosa. La tolerancia no es una virtud sin ambigüedad, especialmente la del tipo yo estoy bien, tu estás bien, que no deja lugar para el desafío mutuo. En segundo lugar, necesitamos recobrar el sentido de pertenencia, de interdependencia, de simbiosis. El individuo no es un mónada sino que forma parte de un organismo. Vivimos en un mundo, en el cual el rescate de unos a expensas de otros no es posible. Únicamente hay salvación y supervivencia juntos. Esto incluye no sólo una nueva relación hacia la naturaleza sino también entre las personas. La psicología de la separación tiene que abrir paso a una epistemología de la participación. La generación del ‘yo’ tiene que ceder ante la generación de ‘nosotros’. La razón instrumental de la Ilustración necesita el complemento de la razón comunicativa, porque la existencia humana es por definición una existencia intersubjetiva. En esto radica precisamente la actualidad del redescubrimiento de la Iglesia como cuerpo de Cristo y de la misión cristiana como edificación de una comunidad de quienes comparten un destino común.

The end.

viernes, 8 de agosto de 2008

viernes, 1 de agosto de 2008

LA MISIÓN A PARTIR DE LA ILUSTRACIÓN 2



La misión a partir de la ilustración.

Capítulo nueve. Segunda parte.


La visión y el colonialismo.La “idea colonial” es muy antigua y antecede a la era cristiana, está íntimamente ligada a la expansión global de las naciones cristianas en el mundo occidental. El término misión, presupone el contexto de la colonización occidental de los territorios de ultramar y la su subyugación de sus habitantes. Tendría que someterse a la religión. Las compañías holandesa inglesa y danesa rehusaban la entrada de misioneros en sus territorios. Llegaría un tiempo en que se darían la bienvenida calurosa los misioneros. Los misioneros se convirtieron en los pioneros de la expansión integrista de los poderes occidentales. El canciller alemán von Caprivi declaró públicamente en 1890: “la pistola y la Biblia de venir de la mano”. Por eso había elogios de los funcionarios de gobierno a las misiones y a los misioneros. Nel afirmó que por eso había tanta indiferencia hacia las misiones por su “significado político”. Y decía únicamente cuando logremos incorporar los negros a la iglesia protestante, solamente surgirá la esperanza para el futuro (grupos étnicos en Sudáfrica). Por eso debe haber un compromiso en esta obra maravillosa de servir a Dios, pero también sería la patria. “Donde el misionero coloca su estandarte en medio de una tribu, se echaron los prejuicios contra gobierno colonial. Las estaciones misionera son los mejores y más económicos puestos militares que un gobierno sabio puede emplear. Carl Mirbt, escribió en 1910 “misión y colonialismo van juntos”, se espera un resultado positivo para las colonias por esta alianza. La misión es la que apacigua nuestras colonias espiritualmente y las asimila interiormente… Asegura el servicio la devoción interior de los nativos. El doctor Solf declaró “colonizar es hacer misión”.Ernt Langhans declaró que las agencias misioneras tenían una “culpa indirecta” y también una “culpa directa” de las atrocidades cometidas por las autoridades coloniales, pero guardaban silencio. A la población local sólo le quedaba aceptar la presencia de los amos coloniales, quienes escogieron funcionarios coloniales y a hombres prácticos y morales quienes sabrían cómo tratar a la población indígena.Federich Fabri (1824-1891), fue el padre del movimiento colonial alemán. Las colonias podrían solucionar muchos de los problemas financieros sociales de Alemania. El imperio colonial alemán está formado por África alemana del sudoeste (Namibia), Togo, Camerún, África alemana del este, algunas islas del océano pacífico y kiao-Chao en la China. Aquí sólo había prisioneros alemanes. Servían tanto al Iglesia como la patria y ayudaban a educar “la materia negra”, para que fueran una fuerza obrera eficiente, después de la Segunda Guerra Mundial, estos misioneros han desenmascarado, las a títulos de racistas del pasado. Ludwig Harms defendió apasionadamente a la población negra contra el maltrato de los colonos blancos. Surgieron dos congregaciones distintas: una de raza blanca y otra de razones. Había una conciencia de la superioridad de la raza blanca en general y del pueblo alemán en particular. Los negros eran los “descendientes del maldito cam” (Génesis 9.22-25), por consiguiente la igualdad con ello sería inconcebible. En América Latina Bartolomé de las casas, siempre brillaba como ejemplo de un misionero que permanece hasta el final como defensor de los oprimidos. Por otro lado el gobernador francés de Madagascar, afirmaba “lo que queremos es preparar al pueblo aborigen como mano de obra; pero ustedes los convierten en personas”. Los convencían de que a pesar del maltrato, las deltenían un valor infinito a los ojos del todopoderoso. Ninguna colonia europea a nacidos sin graves injusticias como los portugueses, españoles, holandeses,, británicos y alemanes. Fabri comentó “la misión y el colonialismo están tan lejos el uno del otro como el cielo y la tierra”. La misión renana se puso del lado de los africanos, el sistema colonial era intrínsecamente explotador, y los negros eran estafados, ellos en su propio país no tenían el derecho de ser más que sólo “esclavos sin recurso legal alguno y proletarios sin tierra”. Las misiones se convirtieron en portadores y defensores del imperialismo occidental. Las implicaciones del neocolonialismo, quien es otra cosa que una forma más sutil del predominio del mundo occidental. Ellos se consideraban superiores y responsables por ellos. Los misioneros al estaño de ellos crearon “una poderosa mezcla de Providencia, piedad política y patriotismo”.La misión y el milenio.Durante los últimos tres siglos, y quizás más, las misiones protestantes siempre han revelado fuertes elementos milenaristas. El término latino millennium se deriva de la referencia en Apocalipsis 20 al reinado de Cristo por 1000 años. Las expectativas del milenio se convirtieron en propiedad común prácticamente de todo protestante estadounidense. Existía un espíritu de certeza respecto al casi inminente arribo del milenio y había que cumplir con ciertos requisitos, como la conversión de los judíos y la “plena cosecha de los gentiles”. El objetivo era reclamar donaciones del mundo para Cristo. La profecía de Apocalipsis 14 se estaba cumpliendo. La obra misionera en sí se convirtió en una señal segura del amanecer del milenio. Este paradigma el milenio no irrumpiría por medio de un evento cataclísmico. Vendría paulatinamente, inaugurándose por medio de la labor misionera de la Iglesia. Después de 1830 surgió un espíritu de competencia feroz entre las varias denominaciones del protestantismo en Estados Unidos. Tales diferencias se manifestaban no sólo en el área de la escatología sino en todo espectro. Da al evidencia de la incapacidad de la Iglesia para responder apropiadamente al desafío presentado por la ilustración.Premilenarismo.El movimiento premilenarista surgió del siglo XIX, en cuanto a avivamientos, evangelicalismo, pietismo, americanismo y varias ortodoxias. Y sus subgéneros adventismo, movimiento de santidad, pentecostalismo, fundamentalismo y Evangelicalismo conservador. Todos se han mostrado activos en proyectos misioneros alrededor del mundo. Todos se prestaron a iluminar la deuda del movimiento con la ilustración. Respecto a la hermenéutica, el no movimiento se aferraba a dos posiciones, la primera era “el derecho y la obligación del juicio privado en la interpretación de las sagradas escrituras”. La otra, la doctrina de la infalibilidad bíblica” un repertorio de hechos, una revelación de doctrinas y recursos de apelación sobre todo los asuntos con los cuales tiene alguna relación”. El tema común era el retorno de Cristo. Fuera de los círculos adventistas también encontramos un fuerte énfasis en la segunda venida de cristos. Taylor, hacia una campaña a favor de la urgente evangelización de los millones de chinos. Se empezaba a usar el texto misionero de Mateó 24. 14. Pierson estimó la cantidad centavos y el hombro de las revistas con corazón rector de sales para inaugurar el milenio. Los premilenaristas tendrían que demostrar una perspectiva aún más lúgubre de los inconversos; el bien y el mal, los predios y los salvos, lo verdadero lo falso. Dwith L. Moody (1837-1899), el principal evangelista de los Estados Unidos en las últimas dos décadas del siglo XIX hizo una exhortación “cualquiera sea el pecado, decida que tendrá la victoria sobre él”. El concepto Wesleyano del pecado en términos de “un acto voluntario de libre albedrío”.Moody el pragmatismo, el probaba una determinada doctrina en términos de si era apropiada para la evangelización o no, juzgando sus propios sermones para ver si “servían para convertir a los pecadores” las tres “erres” resumían adecuadamente sus doctrinas centrales: “la redención por Cristo y la regeneración por el espíritu Santo”. Su pragmatismo lo hacía adverso cualquier controversia doctrinal. Poco antes de su muerte manifestó: “¿no podrían ellos(los críticos) pactar un cese de fuego sin sacar a los, durante 10 años, ningún punto de vista nuevo para que podamos seguir adelante con la labor práctica del reino?” El sur—únicamente los pecados relaciones con las víctimas mismas y los miembros de sus familias. La mayoría de los preminelaristas habían perdido la esperanza: la sociedad no tenía arreglo, por lo menos a. C. retornara para establecer su reino. “percibo el mundo como un barco en ruinas. Yo ya conseguir un bote salvavidas y me ha dicho: Moody, salva todo los que puedas”.todos rendían culto en el templo de la eficiencia, los integrantes de los “movimientos evangélicos de avivamiento parecen haber surgido de la clase media ambiciosa, predominantemente blanca y de herencia protestante” la convicción persistente en estos círculos es que el reino de Dios se inauguraría de hecho en Estados Unidos. Después de la Primera Guerra Mundial el comunismo era sencillamente la fría expresión contemporánea todo lo que amenazaba el sistema de valores de la clase media de los Estados Unidos. Para fines de las Segunda Guerra Mundial esta actitud se había consolidado en el anticomunismo hiperamericano, patriótico y fundamentalista de Carl Mcintire y otros surgió la llamada “nueva derecha religiosa”.Posmilenarismo y amilenarismo.A mediados del siglo 19 sólo es posible encontrar una posición premilenarista a ultranza entre grupos estadounidenses marginados tanto religiosa como socialmente. Estos contemplaban una perspectiva apocalíptica con una respectiva evolucionista del tiempo. O lo que debería hacer ahora en términos de “edificar el reino” este residuo fue atacado duramente. Las razones fueron diversas; primero, el extravagante en póquer apocalíptico incluso fueron considerados como locos o payasos en círculos “respetable”, hizo que cualquier expresión de visión apocalíptica estuviera bajo sospecha. Segundo, la guerra civil, fue seguida por un periodo de malestar, estaban de acuerdo en que la esclavitud era un flagelo y tenía que erradicarse. El pueblo se dio cuenta de que los problemas sociales habían aumentado en vez de disminuir. Tercero, estaban ocurriendo avances tecnológicos sin precedente, aparecieron fábricas en toda la nación y decenas de miles de inmigrantes en las áreas rurales y Europa invadieron las ciudades para suplir la necesidad de mano de obra en las fábricas. Nos anticiparon los males sociales que acompañarían los avances tecnológicos. Las soluciones del pasado parecían incapaces de proveer la dirección necesaria. En cuarto lugar, por primera vez las instituciones teológicas en Estados Unidos se expusieron en gran escala al método histórico-crítico en las ciencias bíblicas, predominante en los círculos teológicos de Alemania. Se sugiere que los libros de Daniel y Apocalipsis, provenían de una época posterior a la que se suponía, significando por lo menos una reinterpretación total de la literatura apocalíptica. La gente debería buscar el mensaje espiritual duradero en su interior. La construcción del reino de Dios se había convertido en una cuestión de técnica y programas, tanto como de piedad religiosa y devoción. La nueva doctrina de la paternidad de Dios y la fraternidad entre todos los seres humanos. Cristo redentor se convirtió en Cristo el maestro y sabio y benéfico. Anderson concluye ocurrió cuatro cambios fundamentales en el pensamiento misionero: 1. Ya se consideraba que las otras regiones fueran falsas; 2. La obra misionera significaba menos predicación y una gama más amplia de actividades de transformación; 3. El acento recaía en una salvación para la vida en este mundo presente; 4. El énfasis misionero cambiaba desde el individuo hasta la sociedad.Cristo no vino para destruir otras religiones sino para bares cumplimiento. Jesús, afirmó J. Gordón: “tiene que mostrarse como mejor gobernante en Japón, un confusión más noble en China un Gustama más divino en la india. La teología de los primeros postmilenaristas y hace que ha dedicado firmemente a la despoblación del infierno. De hecho,”las misiones cristianas representan…revolución social acelerada”. Davis y Walter llegaron a convencerse de que estas “fuerzas obras rurales de maldad” eran inherentes al sistema capitalista. En el cual hay que luchar con las uñas y dientes. No deberían acumular ganancias a costo de bienestar humano, y los obreros tenían el derecho de una justicia económica y no una simple limosna.Los monumentos como la WSCF, él SVM y él IMC, para mencionar sólo unos pocos incluían miembros de ambos lados. Lograron así mantener vivo algo del concepto integral de la fe cristiana. En los debates se vio “la evangelización del mundo en esta generación” otro ejemplo fue la conferencia misionera mundial de Edimburgo, en 1910, atrajo una mezcla extraña de posmilenaristas y premilenaristas, abanderados del Evangelio social y los que enfatizaba las salvación de almas.Las debilidades del premilenarismo, posmilenarismo y él amilenarismos.“los hijos liberales de padres liberales, tuvieron que operar con un capital cada vez menor”. Los Estados Unidos fueron a salvación social por veras técnicas y la cultura occidentales. Se compartía una visión de lo esencialmente correcto de la civilización occidental y la casi inevitabilidad de su triunfo. Un organismo a veces logra sobrevivir por años aunque el clima que permitió su florecimiento ya no predomine.Mackay comentó (33): en la cancha del siglo XIX había ocurrido todo una revolución, requiriendo de una época moribunda, y no como la trompeta del amanecer de una época venidera. Después de haber pasado por los efectos devastadores de dos guerras mundiales, vuelve a surgir lo ti mismo del siglo XIX y del Evangelio social. El cristianismo es un movimiento circular y no una especie de religión. El mundo provee la agenda para las iglesias (Uppsala)”. Ahora se hablaba de “desarrollo” en vez de “civilización” como tarea de la misión. Imagen y semejanza de occidente. El Evangelio social, en particular, ha sido “una conclusión más singular de los Estados Unidos al continuo fluir sus del cristianismo”. Se sintió no solamente en el cristianismo del tercer mundo, sino mucho más allá.El voluntarismo.Uno de los fenómenos más marcados de la ilustración fue el surgimiento de la Sociedad misioneras: algunas denomínales y otras antidenominacioles. Para fines del siglo XVIII, sin embargo, la situación había cambiado drásticamente. La terminación de la Segunda Guerra Mundial trajo otro la de entusiasmo misionero y formación de unas sociedades. La Iglesia institucional, controlar estrictamente por el clero, permanecía como el único instrumento divino en la tierra. “El primer movimiento feminista en Estados Unidos”. Para el año 1900 existían 41 organización de mujeres que apoyaban a 1200 misioneras solteras. En los últimos años se ha hecho costumbre dedicar cantidades enormes de energía a discusiones teológicas sobre la legitimidad de las sociedades misioneras como agentes de misión. Existiendo paralelamente una multitud de denominaciones con iguales derechos.La ilustración no fue la única razón por la cual surgió el denominacionalismo, que era una combinación de tradiciones eclesiásticas europeas, lealtades técnicas, el pietismo, el sectarismo y el libre mercado Estados Unidos. Nuestro designio es el evangelio glorioso del bendito Dios a los paganos. “Sociedad bautista particular para la propagación del Evangelio entre los paganos” William Carey propuso que se pudiera formar de manera similar una empresa de cristianos serios con él objeto de evangelizar a pueblos distantes. Algunas denominaciones confundido sus causas con ellas mismas y comenzaron a promocionarse. De igualmente en Alemania la más importante era la misión Basilea, la misión Renána y las sociedades misioneras del norte de Alemania. Anderson y Venn estaban en bebidos del crecimiento del espíritu democrático del siglo 19. Creció un énfasis en planta Iglesias, el objetivo de la misión. La Iglesia, en un sentido, había cesado de apuntar hacia Dios o hacia el futuro para apuntar hacia sí misma. Hacia fines del siglo XIX el péndulo volvió una vez más hacia la misión más social y el espíritu más ecuménico. Había que proclamar el Evangelio a toda velocidad y para esa tarea nunca podría haber suficientes prisioneros. El mundo evangélico de hoy está lleno de evangelistas itinerantes.Fervor misionero, optimismo y pragmatismo.El Evangelio se convirtió en la herramienta entre las muchas nuevas herramientas en elementos que la tecnología occidental empezaba inventar. Se combinó con los tres grandes dioses de la era moderna: la ciencia, la tecnología y la industrialización. La conferencia misionera ecuménica convocada Nueva Cork en 1900, nadie pudo tener dudas de que “la causa de Cristo” estaba punto de ganar la victoria. Los Estados Unidos estaban haciendo más de todo; en medio del entusiasmo generalizado para conquistar el mundo para Cristo. Surgieron universidades cristianas de muchos los países asiáticos y africanos. En el año de 1900 había 77,000 evangelistas, pastores como maestros catequistas, auxiliares de salud y otras hoy alternativas trabajado a tiempo completo en esta área.En Europa continental la Guerra Mundial hizo añicos este ambiente optimista. Los evangélicos tomaron la bandera de revivir el lema “la la agilización total del mundo… En esta generación” (SVM).El tema bíblico clave.Hemos sugerido también que Juan 3:16 puede ser considerado el versículo clave para dar expresión al concepto patrístico de la misión. Primero, la visión de Pablo del hombre de Macedonia rogándole: “pasa a Macedonia y ayúdanos” (hechos 16. Nueve). Segundo, los premilenaristas eran, y aún lo son, aficionados a Mateo 24. 14, porque abarca claramente su comprensión de la visión. Tercero, y Newbigin (1078: 103) ha señalado que, en aquellos ciclos que deben su existencia ha legado del Evangelio social, uno de los textos mencionadas más populares eran las palabras de Jesús en Juan 10. 10 “he venido para que tengan vida, y para qué la tengan en abundancia” en la educación moderna, la salud y la agricultura proveerían a los pueblos desposeídos de la tierra. Un cuarto texto “la gran Comisión” de Mateo 28. 18-20. El señor envía su mandamiento: “¡arrepiéntanse y crean!” No como una recomendación o una exhortación, sino como un decreto.La gran Comisión ha logrado movilizar y aumentar las fuerzas misioneras de la larga lista. Sin embargo, es Inc. Prescindible expresar graves reservas respecto a tal de curso. En primer lugar, casi siempre ocurre en un contexto de polémicas. En segundo lugar se presenta la forma más simplista de literal istmo bíblico.Motivaciones y modelos de la empresa misionera moderna: un perfil.La dicotomía entre sujeto y objeto significaba que la Biblia y la fe cristiana como tal se convirtieron en objetos.La eliminación de propósito significó que mientras se lograba crear las condiciones correctas, el éxito de la empresa misionera estaba garantizado. La creencia fundamental de la ilustración en la victoria segura del progreso por la difusión del “conocimiento” o por la del “evangelio”. Si los frenos misioneros no hubieran sido gigantes espirituales no habrían podido correr los riesgos que corrieron. La totalidad del movimiento misionero occidental los últimos tres siglos surgió de la matriz de la ilustración. Hicieron lo único que tenía sentido para ellos: llevarles el Evangelio tal como lo habían entendido. Por eso merece nuestra actitud y respeto. Se requirió una transformación total, cuyas implicaciones apenas estamos empezando percibir.

jueves, 24 de julio de 2008

LA MISION A PARTIR DE LA ILUSTRACION


CAPÍTULO 9
LA MISIÓN A PARTIR DE LA ILUSTRACION

Idea principal del capítulo

La importancia de la Ilustración en el protestantismo.
La era “moderna” ola ilustración recién empezó en el siglo diecisiete, aunque hay indicaciones del comienzo de la desintegración del mundo medieval y su cosmovisión en fechas tempranas como el siglo catorce.
La cosmología medieval había sido estructurada más o menos según los siguientes lineamientos (cf. Nida 1968:48-57)

Perfil de la cosmovisión de la ilustración


Dios

La iglesia

El rey y la nobleza

El pueblo

Los animales, las plantas y los objetos

Se suponía que esta estructura jamás debía ser modificada por nadie.

La Ilustración y la fe cristiana
La característica predominante de la era moderna es su antropocentrismo radical. Antes de la Ilustración, la vida en todos sus estratos y ramificaciones estaba perneada de religión. La legislación, el orden social, la estructura privada y pública, el pensamiento filosófico y el arte llevaban de una u otra forma la marca de la religión. No estamos sugiriendo que la Edad Media como época histórica fue simplemente cristiana y la que la siguió fue, también inequívocamente, no cristiana. Hubo fe e incredulidad tanto antes como después de la Ilustración.

La misión vista en el espejo de la Ilustración
Iglesia y Estado
Fue inevitable que la Ilustración influyera tan profundamente en el pensamiento y en la práctica de la misión, aún más debido a que en un sentido muy real toda la empresa misionera moderna fue hija de la Ilustración. Después de todo, la nueva cosmovisión expansionista fue lo que amplió los horizontes de Europa más allá del mar Mediterráneo y el océano Atlántico, abriéndole paso a la expansión de un proyecto cristiano y misionero mundial.

Énfasis misioneros centrales en la época de la Ilustración
La gloria de Dios
En el pensamiento misionero clásico calvinista, desde Voetius hasta Edwards, el énfasis recaía en la soberanía de Dios sobre todas las cosas, y en la convicción de que Dios y solo Dios podría tomar la iniciativa en salvar a las personas. Esta creencia en un Dios que toma la iniciativa encontró expresión en la doctrina de la predestinación. Es Dios quien perdona y salva, no los seres humanos: es Dios quien revela la verdad y la vida, no la razón humana. Los creyentes se asombraban ante la majestad de Dios.

¿”El amor de Cristo nos constriñe”?
En la motivación, promoción y práctica misioneras reales, este tema resultó algo ambivalente. Se manifestó de maneras positivas y negativas. Analicemos primero su expresión positiva.
En el despertar misionero el amor llegó a ser un incentivo poderosos: el amor como gratitud por el amor de Dios en Cristo y como devoción al que “de tal manera amó al mundo que dio a su Hijo unigénito”. Este amor, junto con el deseo de promover el “beneficio espiritual de otros” se convirtió paulatinamente en la motivación predominante.

Evangelio y cultura
Las principales componendas de la misión cristiana a través de los siglos, afirma Eugene Smith (1968-72s.), “se dieron en el contexto de cuatro relaciones: la relación con el Estado, con la cultura, con la discordia dentro de la Iglesia y con el dinero.
La Ilustración, sin embargo, juntamente con los avances científicos y tecnológicos que lo siguieron, colocó a occidente en una posición de ventaja, sin paralelo alguno, sobre el resto del mundo.
De igual modo que la religión de Occidente estaba predestinada a extenderse por todo el mundo, la cultura occidental también debía ser victoriosa sobre todas las otras.
En el período inmediatamente después de la II Guerra Mundial uno de los textos más populares era Juan 10.10 con las palabras de Jesús: “He venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” y, dice Newbigin (1978:103) “La vida abundante se interpretó en términos de la abundancia de las cosas buenas que la educación moderna, la sanidad y la agricultura proveerían a los pueblos desposeídos del mundo.
En este proceso, la “teología occidental” se transmitió sin alteración alguna a las flamantes iglesias cristianas en otras partes del mundo, con ciertas concesiones, por supuesto. Así se veía el evangelio primordialmente como un remedio para las enfermedades y miserias del mundo. Otros optaban por una estrategia distinta. Civilizar era un sine qua non para lograr resultados espirituales. Las fuerzas de la civilización, de hecho, no están ellas mismas evangelizando el mundo pero abren el camino para los que sí lo hacen.