viernes, 4 de julio de 2008

5 Cambios de Paradigma en Misionologia


La idea principal del capítulo es un analisis del paradigma misionero a atravez de 6 EPOCAS

Seis épocas

por Hans Küng (1984:25; 1987:157). Küng sugiere que se puede subdividir
toda la historia del cristianismo en seis «paradigmas» principales:
1. El paradigma apocalíptico del cristianismo primitivo.
2. El paradigma helenístico del período patrístico.
3. El paradigma católico-romano del medioevo.
4. El paradigma protestante (de la Reforma).
5. El paradigma moderno de la Ilustración.
6. El paradigma emergente del ecumenismo.

Nuestros puntos de vista son siempre interpretaciones de lo que consideramos revelación divina; no son revelación divina en sí (y tales interpretaciones reflejan
la comprensión que tenemos de nosotros mismos).

Consecuentemente, no es apropiado hablar de «teología cristiana» sino de «teologías cristianas». La comprensión que cualquier cristiano tiene de Dios está condicionada por una gran variedad de factores. Estos incluyen la tradición eclesiástica de la persona, su contexto personal (sexo, edad, estado civil, educación), su posición social («clase» social, profesión, posesiones, medio ambiente), su personalidad y cultura (cosmovisión, lenguaje, etc.). Tradicionalmente hemos reconocidola existencia (si no la validez) únicamente del primer factor, es decir, de las diferencias debidas a las tradiciones eclesiásticas. Más recientemente hemos empezado a aceptar el papel de la cultura en la religión y en la experiencia religiosa.
Los otros factores, sin embargo, son igualmente importantes, o quizás más importantes. Un obrero itinerante negro en Johannesburgo, por ejemplo, puede tener una percepción muy distinta de la fe cristiana que la que tiene un funcionario
del gobierno de raza blanca en la misma ciudad, aunque los dos sean miembros de la Iglesia Reformada Holandesa. Un campesino en la Nicaragua de Somoza, como lo ilustra tan gráficamente Ernesto Cardenal en El evangelio en Solentiname,
puede entender el evangelio de una manera que difiere radicalmente de la de un comerciante de Nueva York, aunque los dos sean católicos romanos. En cada caso, la comprensión que el individuo tenga de sí mismo desempeña un papel
crucial en su interpretación y experiencia de la fe.

La teoría paradigmática de Thomas Kuhn

En pocas palabras, el postulado de Kuhn es que la ciencia realmente no crece por acumulación (como si mayor conocimiento y más investigación nos acercaran cada vez más a la solución final de los problemas), sino más bien por vía delas «revoluciones». Son pocas las personas que empiezan a percibir la realidad de maneras [página 233] cualitativamente distintas de las de sus predecesores y de aquellos contemporáneos practicantes de la «ciencia normal». Ese pequeño
grupo de pioneros sienten que el modelo científico existente está plagado de anomalías y no sirve para resolver los problemas emergentes.

Hoy se acepta ampliamente en todas las ciencias (tanto naturales como
sociales) que la objetividad total es una ilusión y que el conocimiento pertenece a una comunidad y viene influenciado por la dinámica operativa de dicha comunidad. Esto quiere decir que no son sólo los «datos científicos» los que son puestos a
prueba, sino también los científicos mismos.


Cambios paradigmáticos en la teología

Una de las críticas a la teoría de los paradigmas es que nutre el relativismo en el sentido de que no existen realmente ni normas ni valores absolutos. Thomas Kuhn dice, por ejemplo, que cada grupo «utiliza su propio paradigma para argumentar
en defensa del paradigma mismo»,

Nuestro diálogo se inicia con «Yo creo…», o «A mi modo de ver…» (Hiebert 1985a). Nos engañamos si creemos que mantener un compromiso y tener una actitud autocrítica son mutuamente excluyentes.

Para el cristiano esto significa que cualquier cambio paradigmático se puede dar únicamente sobre la base del evangelio y por causa del evangelio, nunca en contra del evangelio (cf. Küng 1987:194). Contrariamente a lo que sucede con las ciencias naturales, la teología tiene que ver no sólo con el presente y el futuro, sino también con el pasado, con la tradición, con el testimonio primario de Dios a los seres humanos (:191s.). La teología ha de ser, sin duda, siempre relevante
y contextual (:200–203), pero nunca a expensas de la revelación de Dios en y por medio de la historia de Israel y, de manera suprema, el evento de Jesucristo (:203–206). Los cristianos tomamos seriamente la prioridad epistemológica de nuestro texto clásico, las Escrituras.


Paradigmas en misionología

También podríamos haber seguido otra división. James P. Martin (1987) divide la
historia de la Iglesia y la teología únicamente en tres eras. La segunda, tercera y cuarta de Küng aparecen agrupadas bajo la denominación de «precrítica», «vitalista» o «simbólica».A ésta le sigue la Ilustración como una segunda era caracterizada como «crítica», «analítica» y «mecanicista». La tercera época, emergente ahora, se describe como «poscrítica», «holística» y «ecuménica».

La cuestión crucial es simplemente esta: la Iglesia cristiana, en general, y la misión cristiana, en particular, confrontan hoy desafíos jamás soñados que claman por repuestas relevantes y armónicas con la esencia de la fe cristiana. La Iglesia en-
misión de nuestra época es desafiada por lo menos por los siguientes factores (cf. también Küng 1987:214–216, 240s.):
1. Occidente, la sede del cristianismo por más de un milenio y, en un sentido muy real, creado por dicho cristianismo, ha perdido su posición dominante en el mundo. Los pueblos en todas las partes del mundo luchan por la liberación de lo que perciben como el imperialismo de Occidente.
2. Las estructuras injustas de opresión y explotación, como nunca antes en la historia de la humanidad, se enfrentan a desafíos serios. Las luchas contra el racismo y el sexismo son sólo dos de las muchas manifestaciones de este reto.
3. Hay una profunda sensación de ambigüedad respecto a la tecnología y el desarrollo de Occidente; de hecho, respecto a la idea misma de progreso. El progreso, dios de la Ilustración, al final resultó ser un dios falso.
4. Más que nunca somos conscientes hoy día de vivir en un globo cada vez más pequeño, con recursos limitados. Ya sabemos que las personas y su medio ambiente son mutuamente interdependientes. A esta cosmovisión emergente Capra (1987:519) la denomina ganzheitlich-ökologisch: «globalmente ecológica».
5. Hoy día no sólo somos capaces de matar el mundo creado por Dios sino también —una vez más por primera vez en la historia— de aniquilar a la humanidad entera. Si la problemática del medio ambiente requiere una respuesta ecológica apropiada, la amenaza de un holocausto nuclear nos desafía a responder trabajando en favor de la paz con justicia.
6. Si la reunión de la CMME en Bangkok (1973) tenía razón para afirmar que «la cultura moldea la voz humana que responde a la voz de Cristo», entonces debe quedar en claro que las teologías diseñadas y desarrolladas en Europa no
pueden pretender ser superiores a las teologías emergentes de otras partes del mundo. Esta es una situación nueva, ya que la supremacía de la teología de Occidente se ha dado por sentada por más de mil años.
7. De modo similar, durante muchos siglos los cristianos consideraron que la superioridad de la religión cristiana frente a todas las demás era un hecho. Se consideró como indiscutible que era la única religión verdadera y la única salvífica. Hoy día la mayoría de las personas están de acuerdo con que la libertad religiosa es uno de los derechos humanos básicos. Este factor, juntamente con muchos otros, fuerza al cristianismo a reexaminar su actitud hacia otras religiones y su comprensión de las mismas.

4 comentarios:

Hno. César Ramos dijo...

Seminario Teológico Bautista Mexicano. Campus “Horeb”
Materia: Naturaleza y misión de la iglesia II
Profesor: Pastor Rafael Pola Baca
Alumno: Hno. César Roberto Ramos Gutiérrez

Reporte de lectura
Libro: “Misión en transformación”
Autor: David J. Bosch
Editorial: Libros de desafío

Resumen del Capítulo 05. “Cambios de paradigma en misionología”

SEIS ÉPOCAS

Debemos prolongar la lógica del ministerio de Jesús y de la iglesia primitiva de una manera imaginativa a nuestra propia era y a nuestro contexto. Una de las razones básicas que se nos obliga a hacerlo así radica en el hecho de que la fe cristiana es una fe histórica. Hans Küng sugiere que se puede subdividir toda la historia del cristianismo en seis paradigmas principales: 1. El paradigma apocalíptico del cristianismo primitivo; 2. El paradigma helenístico del período patrístico; 3. El paradigma católico-romano del Medioevo; 4. El paradigma protestante (de la reforma); 5. El paradigma moderno de la ilustración; y, 6. El paradigma emergente del ecumenismo. Nadie recibe el evangelio pasivamente; cada uno a la vez lo reinterpreta. La comprensión que cualquier cristiano tiene de Dios está condicionada por una gran variedad de factores. Estos influyen la tradición eclesiástica de la persona, su contexto personal, su posición social, su personalidad y cultura. En cada caso, la comprensión que el individuo tenga de sí mismo desempeña un papel crucial en su interpretación y experiencia de la fe. Otro factor que afecta la manera en que las personas interpretan y experimentan la fe cristiana, a saber, el marco de referencia general en que les tocó crecer, la totalidad de su experiencia y su comprensión de la realidad y su posición en el universo.

LA TEORIA PARADIGMATICA DE THOMAS KUHN

Kuhn limita sus teorías a las ciencias naturales y explícitamente excluye cualquier referencia a las ciencias sociales. Ningún individuo o grupo puede realmente crear un nuevo paradigma; más bien, éste crece y madura dentro del contexto de una red extraordinaria de factores sociales y científicos. El paradigma viejo y el nuevo son inconmensurables; las perspectivas están respondiendo a distintas realidades. El termino paradigma no deja de tener sus propios problemas. Es un concepto escurridizo. Kuhn define paradigma como la totalidad de la constelación de creencias, valores, técnicas, etc., compartida por los miembros de una determinada comunidad.

CAMBIOS PARADIGMATICOS EN LA TEOLOGIA

La idea de cambios de paradigmas es relevante para el estudio de la teología en general y para el estudio y comprensión de la misión en particular. El nuevo paradigma reemplaza al antiguo de modo definitivo e irreversible. Brauner nos recuerda que virtualmente en todas las denominaciones protestantes hoy encontramos juntos creyentes fundamentalistas, conservadores, moderados, liberales y radicales. Kuhn responde a las acusaciones de sus críticos de que su posición equivale a un relativismo total. Califica su posición anterior declarando que él es un creyente convencido del progreso científico y que las teorías científicas posteriores ciertamente tienden a ser mejores que las anteriores. La iglesia cristiana en general y la misión cristiana en particular, confrontan hoy desafíos jamás soñados que claman por respuestas relevantes y armónicas con la esencia de la fe cristiana. La iglesia en misión es desafiada por lo menso los siguientes factores: 1. Occidente, la sede del cristianismo por más de un milenio; 2. Las estructuras injustas de opresión y explotación; 3. Hay una profunda sensación de ambigüedad respecto a la tecnología y el desarrollo de occidente; 4. Más que nunc a somos consientes hoy día de vivir en un globo cada vez más pequeño, con recursos limitados. 5. Hoy día no solo somos capaces de matar el mundo creado por Dios sino también de aniquilar a la humanidad entera. 6. Si la reunión de la CMME en Bangkok (1973) tenía razón para afirmar que la cultura moldea la voz humana que responde a la voz de Cristo, entonces debe quedar en claro, que las teologías diseñadas y desarrolladas en Europa no pueden ser superiores a las teologías emergentes de otras partes del mundo. 7. Durante muchos siglos los cristianos consideraron que la superioridad de la religión cristiana frente a todas las demás era un hecho. Se consideró como indiscutible que era la única religión verdadera y la única salvífica. Literalmente vivimos en un mundo diferente al del siglo XIX. La nueva situación nos desafía, sin excepción a dar una respuesta acertada. Como los israelitas de antaño, nosotros también necesitamos recordar nuestras raíces, no sólo para tener consolación sino, aún más, para encontrar un norte. Reflexionamos sobre el pasado no por el pasado mismo; más bien, lo tomamos como una brújula.

THE END

omar martinez dijo...

CAMBIOS DE PARADIGMA EN MISIONOLOGÍA
CAPITULO V

SEIS ÉPOCAS
El tiempo presente es fundamentalmente diferente de las épocas en que Mateo, Lucas y Pablo escribieron sus evangelios u Epístolas a la primera y segunda generación de cristianos. Debemos prolongar la lógica del ministerio de Jesús y de la iglesia primitiva de una manera imaginativa a nuestra propia era y a nuestro contexto. Una de las razones básicas que se nos obliga a hacerlo así radica en el hecho de que la fe cristiana es una fe histórica.
Hans Küng sugiere que se puede subdividir toda la historia del cristianismo en seis paradigmas principales:
1. El paradigma apocalíptico del cristianismo primitivo.
2. El paradigma helenístico del período patrístico.
3. El paradigma católico-romano del Medioevo.
4. El paradigma protestante (de la reforma).
5. El paradigma moderno de la ilustración.
6. El paradigma emergente del ecumenismo.

No es necesario decir que todos los cristianos creían y argumentaban que su comprensión de la fe y la misión de la iglesia era el fin a la intención de Dios.
Nadie recibe el evangelio pasivamente; cada uno a la vez lo reinterpreta.
Otro factor importante relativo a esta discusión, que afecta la manera en que las personas interpretan y experimentan la fe cristiana, a saber, el marco de referencia general en que les tocó crecer, la totalidad de su experiencia y su comprensión de la realidad y su posición en el universo.

LA TEORIA PARADIGMATICA DE THOMAS KUHN
Kuhn mismo limita sus teorías a las ciencias naturales y explícitamente excluye cualquier referencia a las ciencias sociales. En pocas palabras, el postulado de Kuhn es que la ciencia realmente no crece por acumulación, sino más bien por vía de las revoluciones.
Ningún individuo o grupo puede realmente crear un nuevo paradigma; más bien, éste crece y madura dentro del contexto de una red extraordinaria de factores sociales y científicos.
El termino paradigma no deja de tener sus propios problemas. Es un concepto escurridizo. Kuhn define paradigma como la totalidad de la constelación de creencias, valores, técnicas, etc., compartida por los miembros de una determinada comunidad.
Las teorías de Kuhn revisten una importancia particular para nuestra época porque virtualmente en todas las disciplinas crece la percepción en que vivimos en una era de transición de un modo de entender la realidad a otro.

CAMBIOS PARADIGMATICOS EN LA TEOLOGIA
La idea de cambios de paradigmas es relevante para el estudio de la teología en general y para el estudio y comprensión de la misión en particular.
El nuevo paradigma reemplaza al antiguo de modo definitivo e irreversible.
Brauner nos recuerda que virtualmente en todas las denominaciones protestantes hoy encontramos juntos creyentes fundamentalistas, conservadores, moderados, liberales y radicales.
Kuhn responde a las acusaciones de sus críticos de que su posición equivale a un relativismo total. Califica su posición anterior declarando que él es un creyente convencido del progreso científico y que las teorías científicas posteriores ciertamente tienden a ser mejores que las anteriores.

La iglesia cristiana en general y la misión cristiana en particular, confrontan hoy desafíos jamás soñados que claman por respuestas relevantes y armónicas con la esencia de la fe cristiana. La iglesia en misión es desafiada por lo menso los siguientes factores:
1. Occidente, la sede del cristianismo por más de un milenio.
2. Las estructuras injustas de opresión y explotación.
3. Hay una profunda sensación de ambigüedad respecto a la tecnología y el desarrollo de occidente.
4. Más que nunc a somos consientes hoy día de vivir en un globo cada vez más pequeño, con recursos limitados.
5. Hoy día no solo somos capaces de matar el mundo creado por Dios sino también de aniquilar a la humanidad entera.
6. Si la reunión de la CMME en Bangkok (1973) tenía razón para afirmar que la cultura moldea la voz humana que responde a la voz de Cristo, entonces debe quedar en claro, que las teologías diseñadas y desarrolladas en Europa no pueden ser superiores a las teologías emergentes de otras partes del mundo.
7. Durante muchos siglos los cristianos consideraron que la superioridad de la religión cristiana frente a todas las demás era un hecho. Se consideró como indiscutible que era la única religión verdadera y la única salvífica.
Literalmente vivimos en un mundo diferente al del siglo XIX. La nueva situación nos desafía, sin excepción a dar una respuesta acertada.
Como los israelitas de antaño, nosotros también necesitamos recordar nuestras raíces, no sólo para tener consolación sino, aún más, para encontrar un norte. Reflexionamos sobre el pasado no por el pasado mismo; más bien, lo tomamos como una brújula.

omar martinez dijo...

El paradigma misionero de la iglesia oriental
Capítulo VI

Las altas normas éticas de la fe cristiana, lo mismo que las del judaísmo, eran claramente atribuidas a influencias religiosas y muchos no cristianos lo advertían.
El mensaje acerca de Dios en forma humana, acerca de los sacrificios salvíficos, la victoria de la resurrección y la nueva vida, llegó a oídos que no lo encontraban del todo extraño. Para la fe cristiana incipiente el problema no fue la diferencia sino la similitud con las otras religiones del medio ambiente. El espíritu de la época resultó favorable a un sincretismo casi ilimitado de las religiones occidentales y orientales: otro factor que indujo al cristianismo hacia el conformismo. Por lo menos otros dos factores influyeron. Primero. La misión se volvió un movimiento desde arriba para abajo, del superior al inferior. Las otras religiones eran inferiores al cristianismo y no primordialmente por razones teológicas, sino por razones socioculturales. Segundo. El cristianismo estaba listo para llevar el vacío, y los ciudadanos del imperio respondieron.
Dios es visto como el ser Supremo, esencia, principio, movilizador inmóvil. Para los griegos el concepto clave era el conocimiento (gnosis o sofia). En gran parte de la teología cristiana este concepto paulatinamente reemplazó al de evento. El tema la salvación se encuentra en el conocimiento se presentó de muchas maneras en que la idea original del conocimiento por medio de la experiencia cedió caca vez más su lugar a la idea del conocimiento racional.

El evento de Cristo no es un acontecimiento aislado e insólito sino un evento profundamente enraizado en la historia de Dios e Israel. En la venida de Cristo y en su resurrección de entre los muertos, el acto escatológico de Dios ya ha sido inaugurado. La salvación llegó a significar exclusivamente la idea de vida eterna. La reivindicación de la creación en la gloria de Dios paso a la idea de n felicidad individual y del satus inmortal y celestial del individuo después de la muerte. La salvación no podría significar otra cosa que la liberación de las ligaduras de este mundo ajeno y material y los salvos podían tratar las realidades materiales con indiferencia, sino con desprecio.

Mientras que los escritos de Lucas introdujeron al Espíritu Santo, especialmente como el Espíritu de la misión, como el que equipaba a los apóstoles (y a Jesús) y los guiaba a las situaciones misioneras, en la nueva etapa se concibió la tarea del Espíritu casi exclusivamente en términos de la edificación de la iglesia en santidad. La obra más importante del Espíritu era la de purificar e iluminar a cada alma dentro de la iglesia.

En Asia ni una sola vez hasta el siglo trece el estado le confirió favor alguno la iglesia. Por tanto, la iglesia en estas regiones jamás supo de algo como un reverso constantiniano de la situación del cristianismo. La iglesia en Asia siempre fue un grupo minoritario en su ambiente.

En el pensamiento ortodoxo la misión es enteramente eclesiocéntrica. Este hecho también tiene sus raíces en la teología oriental primitiva, en la cual crecía cada vez mas el énfasis enla eclesiología. Palatinamente surgió la convicción de que la iglesia era el reino de Dios en la tierra y que pertenecer a la iglesia significaba lo mismo que pertenecer al reino. La misión es parte de la naturaleza de la iglesia, no está relacionada exclusivamente con su apostolicidad, sino con todas las notas de la iglesia. En el sentido más profundo, la misión, según la perspectiva ortodoxa, se fundamente en el amor de Dios. Y si el amor de Dios, revelado al enviar a Cristo, es el punto de partida teológico de la misión, este mismo amor debe encontrar expresión en sus emisarios, y éstos, por el hecho de estar motivados por el amor que, al igual que el amor de Dios es Cristo, se manifiesta en kenosis, salen hacia los que se encuentran fuera del redil cristiano. Donde esto ocurre la misión ha logrado su fin.

Orígenes puso el fundamento para una interacción verdaderamente innovadora entre la cultura contemporánea y la compresión que el cristianismo tiene de sí misma. Su aporte significó la reelaboración de la tradición cristiana desde abajo hasta arriba, y el resultado final fue una manera de hacer teología que tenía sentido para la mente griega.
La iglesia se estableció en el mundo como una institución de salvación orientada casi exclusivamente hacia el más allá. La fe en las promesas de Cristo aún no cumplidas tendía a ceder espacio a la fe en el reino de Cristo ya establecido, que sólo podía experimentarse y manifestarse en el contexto cultico-sacramental de la liturgia.

SOFIA dijo...

Fecha: 4 de julio de 2008.
Materia: NATURALEZA Y MISIÓN DE LA IGLESIA II

Maestro: Pastor Rafael Pola Baca
Alumno: Agustín Alberto Ceballos Hernández

Misión en Transformación. David J. Bosch
Capítulo 5. Cambios de paradigma en misionología

SEIS ÉPOCAS
Nuestros tiempos son totalmente diferentes a los tiempos en que Mateo, Lucas y Pablo escribieron los evangelios y las epístolas. Es necesario traer a nuestro contexto la estructura básica del ministerio de Jesús y de la iglesia primitiva de una manera creativa, pues la fe cristiana es una fe histórica.
Hans Küng divide la historia del cristianismo en seis paradigmas:
1. El paradigma apocalíptico del cristianismo primitivo.
2. El paradigma helenístico del período patrístico.
3. El paradigma católico-romano del medioevo.
4. El paradigma protestante de la reforma.
5. El paradigma moderno de la ilustración.
6. El paradigma emergente del ecumenismo.

La comprensión que cualquier cristiano tiene de Dios está condicionada por una gran variedad de factores; cada uno de nosotros a la vez reinterpreta la información que recopila.
Influyen la tradición eclesiástica de la persona, su contexto personal, su posición social, su personalidad y cultura. En cada caso, la comprensión que el individuo tenga de sí mismo desempeña un papel crucial en su interpretación y experiencia de la fe.
Otro factor que afecta la manera en que las personas interpretan y experimentan la fe cristiana es el marco de referencia general en que les tocó crecer, la totalidad de su experiencia y su comprensión de la realidad y su posición en el universo.
Una manera como la teología cristiana puede detectar su relevancia para el presente es indagar en su propio pasado, permitiendo que sus autodefiniciones de hoy reciban el desafío de las autodefiniciones de los primeros cristianos.

LA TEORIA PARADIGMATICA DE THOMAS KUHN
Kuhn mismo limita sus teorías a las ciencias naturales y explícitamente excluye cualquier referencia a las ciencias sociales. Kuhn dice que la ciencia realmente no crece por acumulación, sino más bien por vía de las revoluciones.
Ningún individuo o grupo puede realmente crear un nuevo paradigma; más bien, éste crece y madura dentro del contexto de una red de factores sociales y científicos.
El termino paradigma no deja de tener sus propios problemas. Kuhn define paradigma como la totalidad de la constelación de creencias, valores, técnicas, etc., compartida por los miembros de una determinada comunidad.
Las teorías de Kuhn tienen una importancia particular para nuestra época porque virtualmente en todas las disciplinas crece la percepción de que vivimos en una era de transición de un modo de entender la realidad a otro.

CAMBIOS PARADIGMATICOS EN LA TEOLOGIA
La idea de cambios de paradigmas es importante para el estudio de la teología en general y para el estudio y comprensión de la misión en particular. El nuevo paradigma reemplaza al antiguo de modo definitivo e irreversible.
La iglesia cristiana en general y la misión cristiana en particular, confrontan hoy desafíos jamás soñados que claman por respuestas relevantes y armónicas con la esencia de la fe cristiana. La iglesia es desafiada por los siguientes factores:
1. Occidente, como la sede del cristianismo por más de un milenio.
2. Las estructuras injustas de opresión y explotación.
3. La profunda sensación de ambigüedad respecto a la tecnología y el desarrollo de occidente.
4. Más que nunca, somos concientes hoy en día de vivir en un mundo cada vez más pequeño, con recursos limitados.
5. Hoy en día no solo somos capaces de destruir el mundo creado por Dios sino también de aniquilar a la humanidad entera.
6. Las teologías diseñadas y desarrolladas en Europa no pueden ser superiores a las teologías emergentes de otras partes del mundo.
7. Durante muchos siglos los cristianos consideraron que la superioridad de la religión cristiana frente a todas las demás era un hecho. Se consideró como indiscutible que era la única religión verdadera y la única salvífica.

La nueva situación de nuestro mundo actual nos desafía a dar una respuesta acertada; necesitamos recordar nuestras raíces, no sólo para tener consolación sino para encontrar el rumbo a seguir.