jueves, 10 de julio de 2008

7. EL PARADIGMA MISIONERO DE LA IGLESIA CATÒLICA ROMANA EN EL MEDIEVO


7. EL PARADIGMA MISIONERO DE LA
IGLESIA CATÓLICA ROMANA
EN EL MEDIOEVO.

La idea principal del capitulo es mostrarnos la transformación de la Iglesia católica en la edad media

Un contexto cambiado

El paradigma teológico medieval. Subsiste en la edad media .

La teología de la Iglesia oriental era encarnacional:

La teología de la Iglesia occidental era estaurológica.

El movimiento cristiano apenas tuvo oportunidad de ajustarse a la nueva dispensación política

La individualización de la salvación

Ø El punto de vista de Pelagio: “La humanidad no necesita de la redención, sólo de la inspiración.

Ø Agustín primer cristiano que tomó en serio la enseñanza de Pablo sobre la justificación por la fe.


La “eclesiastización” de la salvación


Sólo la Iglesia católica salva

Imposible deshacer el bautismo.



La misión entre la Iglesia y el estado

1. Interdependencia entre Iglesia y estado, dar y recibir

2. Entre los grandes poderes gran conflicto


“Guerras misioneras” directas e indirectas

ü Castigo con látigo y cobro de renta excesivo. Instrumentos de corrección para los campesinos.

ü El bautismo otorga libertad

ü Los Judíos, invitados a ser cristianos

El colonialismo y la misión

la esclavitud permitida por el papa

La missio, propagar la palabra

Los monarcas representantes de Dios


La misión del monasticismo

1. El monasticismo, original de Egipto

2. Los monjes, expresión de la vida cristiana pura.


El paradigma medieval una evaluación

La Iglesia experimentó una serie de cambios profundos
Pasó de ser una minoría perseguida a ser una organización grande e influyente; cambió de secta acosada a opresora de sectas; se perdió todo vínculo entre el cristianismo y el judaísmo;

12 comentarios:

eleazzar gonzalez garcia dijo...

EL PARADIGMA MISIONERO DE LA
IGLESIA CATÓLICA ROMANA
EN EL MEDIOEVO.
La idea principal del capitulo es mostrarnos la transformación de la Iglesia católica en la edad media
Un contexto cambiado
1. El paradigma teológico medieval. Subsiste en la edad media Aunque fue adquiriendo forma durante el medioevo, este paradigma no desapareció después del siglo dieciséis. De hecho, todavía encontramos evidencias de él en el catolicismo romano contemporáneo. Pero su apogeo tuvo lugar en el periodo medieval, (edad media) entre los años 600 y 1500. Época que comenzó con el papado de Gregorio el Grande y el surgimiento y los primeros éxitos del Islam, y terminó con la captura de Constantinopla por los musulmanes en 1453.
2. La teología de la Iglesia oriental era encarnacional: su énfasis estaba puesto en el origen de Cristo, en su preexistencia.
3. La teología de la Iglesia occidental era estaurológica. El énfasis estaba en la muerte sustitutiva de Cristo por los pecadores.
Estas son algunas de las áreas en la que los dos segmentos de la iglesia tomaron caminos distintos.
4. El movimiento cristiano apenas tuvo oportunidad de ajustarse a la nueva dispensación política
religiosa introducida por Constantino (313) y a la proscripción de todas las religiones, a excepción del cristianismo, por Teodosio (380), cuando Alarico y sus hordas conquistaron y saquearon a Roma en 410.
(Proscripción: Echar a uno del territorio de su patria, comúnmente por causas políticas)

La individualización de la salvación
En primer lugar nos concentraremos en el análisis de la refutación de Agustín al pelagianismo.
Pelagio, activo en Roma a finales de siglo cuatro y principios de siglo cinco, optó por un punto de vista demasiado optimista acerca de la naturaleza humana y la capacidad humana para lograr la perfección.
1. El punto de vista de Pelagio: “La humanidad no necesita de la redención, sólo de la inspiración. Esto quería decir que Pelagio no consideraba a Cristo como el Salvador que murió por los pecados de la humanidad.
A esto Agustín respondió con las doctrinas del pecado original y de la predestinación.
2. Agustín primer cristiano que tomó en serio la enseñanza de Pablo sobre la justificación por la fe.
Agustín se convirtió en el primer cristiano que tomó en serio la enseñanza de Pablo sobre la justificación por la fe.
No tenemos poder alguno en nosotros para salvarnos y hemos sido entregados en las manos de satanás hasta que seamos redimidos de su dominio. Ver libro pag. 272
Siete siglos después de Agustín, Anselmo escribió ¿Cur Deus Homo? (¿Por qué Dios se hizo humano?), y su respuesta a la pregunta fue similar a la de Agustín: Dios se convirtió en ser humano para salvar a las almas humanas que están precipitándose hacia la destrucción.

La “eclesiastización” de la salvación
Agustín se opuso apasionadamente a los donatistas. Al hacerlo no intentó declarar, ni a la Iglesia ni a ninguno de sus funcionarios, libres de ninguno de los pecados de los cuales los donatistas acusaban a éstos. Quien entra en la Iglesia, dijo en su Instrucciones a los indoctos, de hecho verá en ella a borrachos, avaros, tramposos, tahúres, adúlteros, fornicarios, gente portando talismanes, clientes fieles de brujos, astrólogos. Las mismas muchedumbres que se apresuran a entrar en la Iglesia en los días santos también llenan los teatros en las festividades paganas. Al fin y al cabo, la diferencia entre los cristianos y los otros radica en una sola cosa: los cristianos son miembros de la Iglesia, los demás no lo son.
1. Sólo la Iglesia católica salva.
2. Imposible deshacer el bautismo.
Sólo la Iglesia católica salva. Ver libro, página 274.
El bautismo. Ver libro, página 275.
Agustín aplicó esta interpretación del bautismo a los donatistas. Ellos no podían, aunque lo desearan, anular su bautismo. Sería, entonces, completamente aceptable persuadirlos para que renegasen de sus creencias erróneas y retornasen a la Iglesia Católica.
La misión entre la Iglesia y el estado
Agustín negoció la posición de la Iglesia frente al Estado y el poder secular, así como su comprensión y prácticas de la misión, en parte porque la íntima relación entre el trono y el altar le garantizaba a la Iglesia Católica su rango de organización privilegiada.
1. Interdependencia entre Iglesia y estado, dar y recibir
La relación entre la Iglesia y el Estado, en realidad fue de interdependencia, un dar y recibir de ambos lados.
El régimen recibía la bendición de la Iglesia a cambio de garantizarle la protección y darle su apoyo. Fue entonces de especial importancia la carta escrita por Carlomagno al papa León III en 796. Su tarea como emperador, escribió Carlomagno, era defender a la santa Iglesia de Cristo en todas partes contra los ataques de los paganos y los estragos de los conversos.

2. Entre los grandes poderes gran conflicto
La relación entre el emperador y el papa durante la primera parte del medioevo nunca fue de completo solaz: casi siempre hubo una lucha silenciosa por la supremacía.
¿Cómo pudo la Iglesia cristiana permitir semejante negociación con el Estado? ¿Existía otra opción? Cuando se le acabó el combustible espiritual al antiguo mundo clásico y éste se volvió a la Iglesia como la única sociedad capaz de mantener unido un mundo en proceso de desintegración.
Es fácil valerse de una percepción retrospectiva para observar cuán rápidamente la Iglesia cayó en la tentación del poder mundano. Es muy fácil señalar.

“Guerras misioneras” directas e indirectas
1. Castigo con látigo y cobro de renta excesivo. Instrumentos de corrección para los campesinos.
En ese mismo tono Gregorio el Grande, dos siglos después de Agustín, exhortó a los terratenientes en Cerdeña en relación con el hecho de que sus obreros campesinos todavía no se habían bautizado, sugiriendo que a los campesinos había que cobrarles tanta renta que el peso de esta obligación punitiva debe hacer que se apresuren a la rectitud. Los que no respondían a la razón, si eran esclavos debían ser castigados con látigo y tortura de modo que sean llevados a corregirse. Los ciudadanos libres debían ser encarcelados. Todo esto, era por el bien del inconverso.

2. El bautismo otorga libertad
Una vez bautizados, sin embargo, se les otorgaban los mismos derechos políticos que a sus correligionarios.
Después de Constantino los argumentos empezaron a cambiar, en primer lugar en el Oriente, donde ya no se percibía la contradicción entre guerra y cristianismo.
Agustín no concebía la posibilidad de una guerra religiosa contra los inconversos (cf. Kahl 1978:62). Fue Gregorio el Grande quien movió a la doctrina cristiana en esa dudosa dirección en la cual la defensa de la cristiandad y muchas veces, su expansión eran concebidas como las tareas primordiales del gobernante.
Una persona se destacó sobre todas las que prepararon el camino teológico para las cruzadas: Anselmo de Luca: Mucho más sutil en sus argumentos que Bruno, Bonizo o Manegold, fue él quien, en cuanto a la teoría, anticipó las cruzadas.

3. Los Judíos, invitados a ser cristianos
Hacia el inicio del medioevo los esfuerzos por convertir a los judíos eran similares a los que se hacían respecto a los herejes. A los que renegaban se los amenazaba con expulsión, expropiación o aun la pena de muerte. Gregorio el Grande rogaba que los judíos fueran conducidos a la fe cristiana por medio de la suavidad y la generosidad, de la admonición y la persuasión, por la dulzura de la predicación y no por amenazas y presión.
Entre el siglo cuatro y el once hubo verdaderas olas de conversiones forzadas en el Imperio Romano.

El colonialismo y la misión
Durante la mayor parte de la Edad Media Europa se caracterizó por ser una especie de isla separada del resto del mundo por el Islam. Islam había penetrado en el Asia central, desde donde formó una cadena continua vía Asia occidental, el Medio Oriente y el norte de África para llegar a España, hasta los Pirineos.
Constantinopla, tradicionalmente el centro espiritual de la Iglesia oriental, cayó ante las fuerzas musulmanas.
Por supuesto, la colonización de pueblos no cristianos por parte de naciones cristianas había empezado muchos siglos antes. Ahora, sin embargo, los cristianos europeos entraban en contacto con gente muy diferente a ellos no sólo físicamente sino cultural y lingüísticamente.
Siguieron la pauta,
l. la esclavitud permitida por el papa
el papa autorizó la apertura de un mercado de esclavos en Lisboa, donde unos doce mil africanos se vendían cada año para ser exportados a las Indias Occidentales.
2. La missio, propagar la palabra
La palabra latina missio era una expresión empleada en la doctrina de la Trinidad para denotar el envío del Hijo por el Padre, y del Espíritu Santo por el Padre y el Hijo. Ver libro, página 286.
La nueva palabra misión está ligada históricamente e indisolublemente con la era colonial y con la idea de una comisión magisterial.
La misión abarcaba actividades por medio de las cuales el sistema eclesiástico de Occidente se difundía al resto del mundo.
La propagación de la fe y las políticas coloniales se entretejían tanto que muchas veces no se podían distinguir.
3. Los monarcas representantes de Dios
Los monarcas de España y Portugal pronto se consideraban no meros representantes del papa sino delegados directos de Dios. PAG. 286B

La misión del monasticismo
1. El monasticismo original de Egipto
El monasticismo tuvo sus orígenes en la Iglesia oriental, en particular en Egipto, donde floreció mucho antes de echar raíces en Occidente.
El monasticismo en Occidente, en cambio, era mucho más independiente de la interferencia gubernamental porque el Estado era demasiado débil y bárbaro como para tratar de controlar los monasterios.

2. Los monjes expresión de la vida cristiana pura.
A los monjes en particular se los veía como la expresión de la vida cristiana pura. Sus monasterios eran centros no sólo de duro trabajo manual sino también de cultura y educación.
Cada monasterio era un complejo inmenso de edificios, iglesia, talleres, tiendas y casas de caridad, una verdadera colmena de actividades para el beneficio de la comunidad aledaña. Ver libro, página 291.
Aunque las comunidades monásticas no eran intencionalmente misioneras, estaban permeadas por una dimensión misionera.
El monasterio benedictino llegó a ser una escuela para el servicio al Señor.
Fue Gregorio el Grande, un monje benedictino, el que primero concibió la idea de una misión foránea planeada, cuando envió al moje Agustín desde el corazón del monasticismo italiano a las islas británicas, a iniciar un proyecto misionero entre los ingleses paganos. Menos de un siglo después de la llegada de Agustín a Canterbury, la Iglesia estaba firmemente establecida en Inglaterra. Ver libro, página 294.
Rosenkranz resume hábilmente las diferencias entre los celtas y los anglosajones en este aspecto: De predicadores itinerantes, los irlandeses se convirtieron en misioneros; los anglosajones, sin embargo, evolucionaron de misioneros a organizadores de iglesias.

El paradigma medieval una evaluación
1. La Iglesia experimentó una serie de cambios profundos
La Iglesia experimentó una serie de cambios profundos. Pasó de ser una minoría perseguida a ser una organización grande e influyente; cambió de secta acosada a opresora de sectas; se perdió todo vínculo entre el cristianismo y el judaísmo; evolucionó una relación íntima entre trono y altar; el ser miembro de la Iglesia se convirtió en algo corriente; el oficio del creyente quedó en gran parte en el olvido.
Agustín encarnó el inicio de este paradigma y Tomás de Aquino, su clímax.
Naturalmente, no todo ocurrió de golpe. Al paradigma católico romano del medioevo le sucedieron, con el transcurso del tiempo, otros dos: el de la Reforma protestante y el de la Ilustración. Sin embargo, el paradigma católico se dejó afectar sólo de manera marginal por estos dos, de modo que Hans Küng (1984:23) podría tener razón cuando afirma que al Vaticano II le tocó digerir simultáneamente no uno sino dos paradigmas.

FERNANDO RODRIGUEZ dijo...

V LA CONVERSION
(Escrito en Tepic Nayarit)
(no encontre el sitio de Tod)
La evangelización y la acción social son autenticas expresiones de amor.

La conversión denota la respuesta del hombre que exige las buenas nuevas y sin el cual no se puede recibir la salvación.

El desagrado contemporáneo por la conversión.

La conversión en si no es un acto de intelectualismo es un a respuesta al llamado de nuestro Señor.
Y no como J.R.H. Que era un espasmo de los ganglios.

La gente siente desagrado por la conversión por la impresión arrogante del imperialismo que han producido algunos evangelistas.

El uso de la coerción y el indecoroso espíritu de triunfalista

Nu8estra obligación es predicar la Paz en el sentido de prometer Paz con Dios mediante Jesucristo a los que se arrepienten y creen.

La conversión y la regeneración

El convertirse de los ídolos y el pecado se llama generalmente arrepentimiento y el volverse a Dios y a Cristo Fe

Ecuación interesante
Arrepentimiento + fe = conversión

Podemos aseverar con toda sinceridad que todos los convertidos han sido regenerados y que todos los que están regenerados son convertidos.

La regeneración es un acto divino (nuevo nacimiento), mientras que la conversión es un acto humano (arrepentirnos y creer).

La regeneración es un acto inconciente y la conversión es un acto consciente.
Muchas conversiones son graduales. La persona empieza entrar en conciencia y a comprobar la necesidad de arrepentimiento.

La conversión y la Iglesia

La congregación Cristiana que llama a los hombres a convertirse y a unirse a la Iglesia ha de exhibir en forma visible La gracia de Dios, y La comunión del Espíritu Santo.

La conversión y la sociedad

Primera orden de Jesús. Venid, la segunda orden ID volved al mundo y se embajador de Cristo.

La Conversión y la Cultura.
Debemos de tomar en cuenta a la socie4dad en la que vivimos hay un dicho que dice A la tierra que fuereis has lo que viereis pero debemos discernir las costumbres que pueden conservarse y lo que de abandonarse. Sin caer en el libertinaje moral.
Y tener cuidado de que la sociedad tradicional los considere como fanáticos peligrosos y provocan la hostilidad desenfrenada.

La conversión y el Espíritu santo

La obra evangelizadora der. La Iglesia no debe someterse ala mecánica de una simple computadora. (Aunque esta muy discutible como esta llegando el Evangelio a los países musulmanes)

Debemos tener humildad y humanidad en el confiar en el Espíritu Santo.

FERNANDO RODRIGUEZ dijo...

7 El Paradigma misionero de la Iglesia católica romana en el medioevo
(escrito en Tepic Nayarit)
Un contexto cambiado
La teología de la Iglesia Occidental era (estaurologica) El énfasis estaba en la muerte de nuestro Señor Cristo por los pecadores.

La Individualización de la Salvación

Pelagio .- No consideraba a Cristo como salvador si no como un modelo a seguir por los cristianos le costo la muerte.

Agustín decía que nosotros estamos en las manos de satanas hasta que seamos redimidos de su dominio.

La Salvación

Los donatistas (Tertuliano) consideraban estos como 7 pecados mortales. Idolatría, blasfemia, asesinato, adulterio, fornicación, falso testimonio, y fraude. Pecados imperdonables.

Agustín La Iglesia no es un refugio para escapar del mundo, si no que existe por causa del mundo dolido y todos son pecadores.

El bautismo paso a ser el punto central de la salvación y no el creer

La misión la Iglesia y el Estado

Existía una interdependencia los enemigos de la iglesia eran también enemigos del estado.

Agustín no concebía la idea de una guerra contra los inconversos, Gregorio el grande fue quien movió a la doctrina cristiana en esa dudosa dirección.

Lo que también era inconsebible era que un monarca cristiano gobernara sobre un pueblo pagano entonces hubo que bautizar a los sajones a fuerza.

Después existió el uso de la fuerza en las cruzadas para evangelizar al Islam.
Y no era el caso de los judíos.

El colonialismo y la Misión

Una de las consecuencias más repugnantes fue la de la Esclavitud.

La Misión y el Monaticismo

Tuvo su origen en Egipto en la Iglesia Oriental tenian su esencia en el ascetismo,

carlos monjaras m dijo...

CAPÍTULO VII
El paradigma misionera de la Iglesia Católica Romana en el medioevo

Un contexto cambiado
El título se refiere al paradigma teológico medieval. Sin embargo, aunque fue adquiriendo forma durante el medioevo, este paradigma no desapareció después del siglo dieciséis. De hecho, todavía encontramos evidencias de él en el catolicismo romano contemporáneo. Pero su apogeo tuvo lugar en el período medieval.
Por lo menos durante tres siglos la Iglesia Cristiana había estado signada casi exclusivamente por el sello del espíritu griego. Paulatinamente, sin embargo, empezó a surgir una nueva forma de cristianismo con otras características, en el cual el idioma dominante ya no era el griego, sino el latín.

La individualización de la salvación
Pelagio, activo en Roma a finales de siglo cuatro y principios de siglo cinco, optó por un punto de vista demasiado optimista acerca de la naturaleza humana y la capacidad humana para lograr la perfección.
La humanidad no necesita de la redención, sólo de la inspiración. Esto quería decir que Pelagio no consideraba a Cristo como el Salvador que murió por los pecados de la humanidad. Sino como a un maestro y modelo a quien debemos emular.
A esto Agustín respondió con las doctrinas del pecado original y de la predestinación.
Agustín se convirtió en el primer cristiano que tomó en serio la enseñanza de Pablo sobre la justificación por la fe.

La “eclesiastización” de la salvación
El movimiento donatista se originó en el norte de África, donde reunió un número considerable de seguidores en los siglos cuatro y cinco. Los que protestaron, llamados los donatistas venían de la tradición de Tertuliano, quien había enseñado que los “siete pecados mortales” son imperdonables.
Los donatistas expresaron así la indignación expresaron así la indignación y desesperanza de aquellos que percibían una contradicción absoluta entre el evangelio de Cristo y la mundanalidad de la Iglesia. El verdadero creyente no debe tratar con el mundo ni con una Iglesia contaminada por el mundo. La Iglesia verdadera ha de guardarse sin mancha y perfecta.
Hay un importante lado positivo en el punto de vista de Agustin sobre el tema, en contraposición al de los donatistas: Agustín insistía en que la Iglesia no es un refugio para escaparse del mundo, sino que existe por causa de un mundo dolido.

La misión entre la Iglesia y el Estado
Ya para aquel entonces el Imperio Romano llevaba casi un siglo de ser cristiano oficialmente. Los cristianos tendían a percibir el Imperio y especialmente su capital como algo tan indestructible y permanente como lo era la Iglesia Católica. Los seguidores de las religiones tradicionales de Roma, por otro lado, alegaron enseguida que el saqueo de la ciudad había ocurrido como resultado del status de religión oficial otorgado al cristianismo por el emperador y el haber ilegalizado las religiones antiguas. Agustín decidió responder tanto a la desesperación de los cristianos como a las demandas de los paganos. Agustín describió la ciudad terrenal como sujeta a la ciudad de Dios. La sociedad espiritual era la suprema, la otra era subordinada.

“Guerras misioneras” directas e indirectas
Dadas las circunstancias, era de esperarse que con el transcurso del tiempo se emplearan varios métodos coercitivos para facilitar la conversión a la Iglesia Católica. Ya he mencionado que Agustín parece haber tenido pocos reparos en aplicar presión en casos de “recatolización” de los donatistas.
En ese mismo tono Gregorio el Grande, dos siglos después de Agustín, exhortó a los terratenientes en Cerdeña en relación con el hecho de que sus obreros campesinos todavía no se habían bautizado, sugiriendo que a los campesinos había que cobrarles tanta renta que el peso de esta obligación punitiva debe hacer que se apresuren a la rectitud. Después de Constantino los argumentos empezaron a cambiar, en primer lugar en el Oriente, donde ya no se percibía la contradicción entre guerra y cristianismo.
Agustín todavía no concebía la posibilidad de una guerra religiosa contra los inconversos. Fue Gregorio el grande quien movió a la doctrina cristiana en esa dudosa dirección

El colonialismo y la misión
Durante la mayor parte de la Edad Media Europa se caracterizó por ser una especia de isla separada del resto del mundo por el Islam. Por supuesto, la colonización de pueblos no cristianos por parte de naciones cristianas había empezado muchos siglos antes del colonialismo moderno, pero esos eran proyectos de europeos para europeos y en cada caso el pueblo derrotado pronto abrazaba la fe cristiana y se asimilaba a la cultura dominante. La cristiandad descubrió con sorpresa que, quince siglos después de haberse iniciado la Iglesia, todavía quedaban millones de personas totalmente ignorantes en cuanto a la existencia de la salvación y precipitándose, por no ser bautizadas, hacia el castigo eterno.
La nueva palabra misión está ligada histórica e indisolublemente con la era colonial.

La misión del monasticismo
Los cristianos podían afirmar que esto se debía a la victoria de Dios sobre el egoísmo, la miopía, la intolerancia y el orgullo del ser humano.
Menos ambiguo, sin embargo, resultó el movimiento monástico y su contribución a la “cristianización” de Europa. Podríamos quizás afirmar que, hablando humanamente, al monasticismo se debe que tanto cristianismo auténtico haya surgido en el transcurso de esta edad de oscurantismo en Europa.
A primera vista el movimiento monástico parece ser la empresa menos indicada para convertirse en agente misionero. Las comunidades, a decir verdad, no fueron fundadas para ser plataformas de lanzamiento de la misión.
Sin embargo, si los monjes se hubieran limitado sólo a ser ascéticos y excéntricos en su comportamiento, nunca habrían logrado la devoción y la admiración de la gente como efectivamente lo hicieron. Por lo tanto, en segundo lugar, su estilo de vida ejemplar tuvo un impacto profundo especialmente en la vida de los campesinos.
Hubo otro aspecto en el que el monasticismo anglosajón se distinguió fundamentalmente del irlandés. Este último fue mucho menos “eclesiástico”. En Irlanda, la verdadera fuente de autoridad era el abad y no el obispo; de hecho, el obispo a veces era un miembro bajo la autoridad de la comunidad monástica. El monasticismo anglosajón y la misión eran, en cambio, explícita e intensamente eclesiásticos.

El paradigma medieval: una evaluación
Como lo hemos señalado en el capítulo anterior, el texto misionero del paradigma patrístico griego fue Juan 3.16. Quizás uno podrá postular que el paradigma católico medieval se nutría implícita o explícitamente de otro texto: Lucas 14.23; “…y fuérzalos a entrar”.
Naturalmente, no todo ocurrió de golpe. Al paradigma católico romano del medioevo le sucedieron, con el transcurso del tiempo, otros dos; el de la reforma protestante y el de la Ilustración. Durante siglos, sin embargo, el paradigma católico se dejó afectar sólo de manera marginal por estos dos.


CARLOS MONJARAS MIRON

Edgar Samuel Bonilla dijo...

FRANCISCO NAVES Y HERNANDEZ
Misión en transformación. Cáp.7 Bosch.
El paradigma misionero de la iglesia Católica Romana en el medioevo.
Un contexto cambiado.
El título se refiere al paradigma teológico medieval. Entre los años 600 y 1500. Los primeros éxitos del Islam, la captura de Constantinopla por los musulmanes en 1453.los viajes de descubrimiento. Nueva religión 1054, diferencias del Oriente y el Occidente. Roma era el símbolo de la civilización, el orden y la estabilidad. Verla derrotada por los bárbaros, creó desesperación e incertidumbre. Agustín logro señalar el camino hacia delante. Se enfrenta a un monje británico, Pelagio. Esto afectó a Agustín.

La Individualización de la salvación.

Pelagio, tenía un punto de vista muy optimista acerca de la naturaleza humana y su capacidad para lograr la perfección, no considerar a Cristo como el salvador que murió por los pecados de la humanidad, sino como un maestro y modelo a quién debemos emular.

Agustín fue el primer cristiano en tomar en serio la enseñanza de Pablo sobre la justificación por la fe. Al perdón, la renovación en Cristo y la redención.

En esencia Agustín no luchó con un problema teológico sino antropológico, lo que engendró una visión dualista, y se convirtió en la característica esencial del cristianismo occidental.

La “eclesiastización” de la salvación.

El movimiento Donatista se originó en el norte de África , veían la tradición de Tertuliano, quien había enseñado que los “siete pecados mortales”(idolatría, blasfemia, asesinato, adulterio, fornicación, dar falso testimonio y trago). Ellos expresaron una contradicción absoluta en el Evangelio de Cristo y la mundalidad de la Iglesia. Agustín se opuso a pasionalmente a los donatistas, él afirmaba que la Iglesia universal, fundada por los apóstoles, es la única iglesia verdadera. Este concepto de la misión y la Iglesia tiene sus raíces vamos únicamente de Cipriano, (“no existe salvación fuera de la Iglesia católica”). En 1958 en el papa Pío XII diría “un rebaño bajo un postor supremo. Esta es la verdad católica, de la cual no se permite a nadie desviarse sin arruinar su fe y también su salvación.”.Estimulaba la obra realizada en las escuelas católicas, refutando los errores de los no católicos y los comunistas. Tomás de Aquino afirmaba que nadie podía nunca deshacer un bautismo.

La misión entre la Iglesia y estado.

El imperio romano llevaba casi un siglo de ser cristiano oficialmente. Agustín escribió: dos sociedades o congregaciones de hombres, de las cuales la una está predestinada para reinar eternamente con Dios, y la otra para parecer externo tormento con el temor. El no percibía al Imperio Romano como un instrumento de Dios para la salvación. Carlomagno, su tarea era defender la Santa Iglesia católica en todas partes contra los ataques de los paganos y los estragos de los Inconversos. Pepino y Carlomagno decían “los que son fieles a Dios y a nosotros”.

“Guerra misionera” directas e indirectas.

Agustín decía los paganos tenían que ser devueltos al redil a la fuerza. Gregorio del grande alentó el uso de lisonjas para persuadir a los campesinos judíos a convertirse al cristianismo. Agustín limitó las medidas coercitivas al pago de unas multas, la confiscación de propiedades, el exilio y cosas por el estilo. Matar o torturar a los disidentes, jamás. Gregorio grande dos siglos después de Agustín, exhortó a los terratenientes para que sus campesinos se bautizaran. Si no cobraría tanta renta que el peso estas obligaciones un y vivas debían hacer que se apresurasen a la rectitud. Usó látigo y tortura. Los ciudadanos libres deberían ser encarcelados. Todo esto por el bien del Inconverso. Tener más derecho los cristianos que los que no lo eran. Erdmann llamó estos desarrollos como la “guerra misionera indirecta”. Bellum justum no se refería al principio una guerra religiosa sino una guerra moral. Planificó una guerra agresiva para favorecer la expansión del cristianismo. Las cruzadas de los siglos 11 al 13 como “guerras misionera”. Sentimiento de negación de los cristianos. A los que regeneraban se los amenazaba con expulsión, expropiación o aún la pena de muerte. Gregorio del grande rogaba que los judíos fueran conducidos a la fe cristiana. Grandes comunidades de judíos europeos fueron expulsados de sus territorios y reubicados o saqueados.

El colonialismo y la misión.
La época de los descubrimientos. Vasco de Gama inicio una ruta de navegación a la India, tomando así la ventaja sobre los musulmanes. Cristóbal Colon descubrió América. La prolongación de las cruzadas. La imposición de la esclavitud entre los habitantes de las regiones no occidentales. El número de esclavos vendidos a las colonias de Europa osciló entre los 20 y los 40 millones de personas. La nueva palabra misión está ligada con la era colonial y la idea de una comisión magisterial. La propagación de la fe y las políticas coloniales se entretejía. La totalidad del ministerio de la Iglesia católica romana fácil nada al Papa.

La misión del monastisticismo.

Durante más de 1000 años Europa jugó el papel de soldado cruzado. El movimiento monástico y su contribución a la cristianización. Las comunidades monásticas se convirtieron en una señal visible y una realización anticipada de un mundo gobernado por el amor de Dios. Tuvo sus orígenes en Iglesia oriental, en particular en Egipto. El monastismo de occidente, en la en esencia comunitario y muy bien estructurado. El estado era demasiado débil y bárbaro para controlar los monasterios. La tenacidad de la costumbre, era vivir en pobreza y morir en paz. El monastisismo, en primer lugar sirvió a la alta estima de la población en general tenía por los monjes. Cambrayes refiere a tres tipos de martillo: blanco verde y rojo, el primero se refería al ascetismo, el verde a la constricción y la penitencia, y el rojo significado mortificación total por causa de Cristo.el segundo lugar su estilo de vida ejemplar tuvo impacto profundo especialmente la vida de las campesinas. En tercer lugar, sus monasterios eran centros no sólo de duro trabajo manual sino también de cultura y educación. Una cuarta manera la paciencia, tenacidad y perseverancia de los monjes. Todas estas actitudes y actividades eran, en un sentido profundo de la palabra misioneras. Primero se convirtió en la expresión de estar sin hogar por razones de ascetismo. El monastisismo benedictino compartía con su contrapartida celta un fuerte énfasis escatológico, una seriedad moral pronunciada y un interés profundo en la protección espiritual. La regla benedictina ha sido “uno de los nexos de justicia, unidad y renovación más efectivos jamás conocidos por la Iglesia. (San Benito) encontró un mundo en ruinas, física y socialmente, y su misión fue restaurarlo. Bonifacio de Créditon”el apóstol de Alemania” fue el más grande inglés. En Irlanda era el abad y no el obispo representante designado por el Papa, logró reformar y reorganizar la Iglesia de los francos.”De predicadores itinerantes, los irlandeses se convirtieron en misioneras.

Él paradigma medieval: una evaluación Juan 3:16 y Lucas 14: 23 “. . . y fuérzalos a entrar”.. Defender su metodología tan práctica y no violenta, para beneficio eterno de las personas, había que obligarlas a unirse a este cuerpo. La Iglesia experimentó una serie de cambios profundos. Pasó de ser una minoría perseguida a ser una organización grande e influyente. Se perdió todo vínculo entre el cristianismo y el judaísmo. Agustín encarnó el inicio de este paradigma y Tomás de Aquino, su clímax. Al paradigma católico romano del medioevo le sucedieron, con el transcurso del tiempo, otros dos: el de la reforma protestante y el de la ilustración. Los protestantes tienen un dicho: Roma siempre permanecerá igual (Roma senper eadem est).

Edgar Samuel Bonilla dijo...

FRANCISCO NAVES Y HERNANDEZ
La misión cristiana hoy
John R. W. Stott.
Capitulo 5. La conversión.
Esta palabra denota la respuesta del hombre que exigen las buenas nuevas y sin la cual no se puede recibir la salvación.

Él desagrado contemporáneo por la “conversión”.

Los ex nordistas ingleses dicen que es decisivamente necesaria para las clases bajas, a las que sirve el ejército de Salvación, pero innecesaria para quienes constituyen como ellos pilares del orden instituido en Iglesia de Inglaterra. Por otro lado la evangelización se ha convertido en “caza de trofeos de guerra”, “de competencia de pesca”, esto último porque nos jactamos de la dimensión de los peces que agarramos. Esas son formas pervertidas de la ventilación. Evangelización es lo que hacemos nosotros. Por otro lado hemos manipulado al oyente por medio de técnicas de presión, los preocupan más las estadísticas, las que manejamos deshonestamente.
“evangelizar es sembrar y esperar con respetuosa humildad y con expectante esperanza: humildad porque la semilla que sembramos tiene que morir; con esperanza por qué esperamos que Dios hará que la semilla termine y produzca el cuerpo correspondiente”.

Si hemos de ser verdaderamente bíblicos debemos mantener unidos los conceptos primero, que Dios estaba “en Cristo” reconciliando al mundo consigo mismo, y, segundo que nosotros mismos tenemos que estar “en Cristo” si hemos de recibir la reconciliación (2 con indios 5. 18-21, romanos, 5. 11). Les proclamaban las buenas nuevas de Jesús no porque ya estén salvos sino con el fin de que puedan ser salvos de la perdición. Nuestra tarea es “predicar la paz”. Ojo hablar de paz cuando no la hay, esto es palabra del profeta falso, y no de un verdadero evangelista de Jesucristo. El Evangelio trae tanto advertencias como promesas, hablar de la retención de los pecados como también de la remisión de los mismos (Juan 20. 23).

La conversión y la regeneración.

Esta tiene un sentido activo y significa entonces “volver”, en el sentido de darse vuelta. (Mateo 10. 13) el demonio resuelve volver a la casa que ha abandonado (12. 44). Los pastores de Belén regresaron a sus ovejas y la manía sagrada a la sede (Lucas 2. 20, 39).”Os volvisteis de los ídolos a Dios” (1 Testalonicenses 1.9; hechos 14. 15) “vuelto al pastor y obispo de vuestras almas” (1 Pedro 2. 25). “Arrepentimiento más se iguala conversión” ¿Cuál es, por lo tanto, la relación entre la conversión y la regeneración o nuevo nacimiento?. Todo los convertidos han sido regenerados y que todo los que están regenerados son convertidos. Primero, la regeneración es un acto divino, mientras que la conversión es un acto humano. El segundo lugar, la regeneración es inconsciente vender que normalmente la conversión es un acto consciente. Para los adultos volverse de los ídolos al dios viviente, y del pecado a Cristo, es un acto consciente de penitencia y fe. Llegó un momento en el que ese volverse que llamamos conversión se completa, y la fe
naciente se transforma en fe salvadora. La regeneración no puede aumentar, el arrepentimiento y la fe que constituyen la conversión si pueden aumentar; más aún, deben aumentar. La conversión cristiana tiene dimensiones peculiares, únicas copa ya que por ella Dios por su espíritu regenera a la persona de que se trata y qué “el objeto del sentimiento religiosa” no es otro que el señor Jesucristo.

La conversión y al arrepentimiento.

Primeramente consideremos la conversión y el señorío de Cristo. El elemento del arrepentimiento está lamentablemente ausente de buena parte de la predicación evangelizadora moderna. Se necesita al predicar el arrepentimiento como realismo como integridad. Pero ocultar deliberadamente este aspecto de nuestro mensaje es tan deshonesto como imprudente. “Sentarse primero y calcular los gastos”. La nueva vida en Cristo traerá, nuevas actitudes, nuevas ambiciones y nuevos niveles y normas de vida un la conversión cristiana no sólo se trata de que las cosas viejas pasan sino que en su lugar vienen cosas nuevas (2 Corintios 5.17) Juan Bautista insistía en que debía producir “frutos dignos de arrepentimiento”. Los deberían compartir sus guerras con los desposeídos. (Lucas 3. 8, duró 10-14) Zaqueo procedió a dar la mitad de su capital a los pobres.

La conversión y la Iglesia.

La segunda consecuencia de la conversión es la membresía eclesiástica. “Una comunión secular cristocéntrica de que dentro de la sociedad, la cultura y la religión en la que viven, transformando sus estructuras y valores desde dentro” “el hombre que constituye parte de la comunidad hindú en lo religioso, cultural y social es hindú” “ser salvos de esa perversa generación y ser añadidos a la nueva comunidad del espíritu (hechos 2. 40-47). La comunión cristiana es algo diferente en esencia. La Iglesia tiene que exhibir “la gracia de Dios, el amor de Dios y la comunión del espíritu Santo”.

La conversión y la sociedad.

En tercer lugar, corresponde examinar la relación entre la conversión y la responsabilidad social. Se trata ahora de la misma persona en el mismo mundo y, sin embargo una nueva persona con nuevas convicciones y nuevas normas de vida. Si la primera orden de Jesús fue “¡venid!”, la segunda fue “¡ID!”, es decir, tenemos que volver al mundo del cual hemos salido, pero como embajadores de Cristo. Siendo uno el volverse de la preocupación por los intereses propios, y el otro el de volverse hacia los intereses del prójimo (Filipenses2.3). Algunos se titulan (cristianos comprometidos) ¿con que se han comprometido?

La conversión y la cultura.

Llegamos, en cuarto lugar, a la cuestión de la conversión y la cultura humana. ¡Algunas veces pareciera que esperamos que la persona se retire completamente del mundo real!. No sólo una conversión sino también un cambio de cultura. Lenguaje del púlpito. Someterse a lo que podría llamarse una penosa circuncisión cultural. En el tercer mundo los cristianos requieren gran sabiduría para discernir entre lo que puede conservarse y lo que debe ser abandonado. Jesucristo es invariablemente un perturbador de la paz, porque lanzó un desafío a todas las costumbres, convenciones y tradiciones heredadas. “La cultura debe siempre ser probada y juzgada por las escrituras”. La conversión es una “migración”; es el descubrimiento personal del significado de Cristo universal dentro la vieja estructura de raza, lengua y tradición.

La conversión y el espíritu Santo.

El quinto y último aspecto de la conversión a desarrollar es el de su relación con la obra del espíritu Santo.

En los hechos se habla de los que se “convirtieron al señor” (9. 35; 11. 21), y Jesús habló que necesitamos “volvernos” y hacer los humildes como niños si hemos de entrar en el reino de Dios (Mateo logró 18. Tres, cuatro). Juan el Bautista, habría de hacer “que muchos de la nación de Israel se vuelvan al señor su Dios” (Lucas 1. 16). El apóstol Pablo había de hacer “volver” a muchos gentiles “de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios” (hechos 26.17, 18, 20 y Santiago 5. 19, 20) la misión y la conversión es pues realización humana. La clave del éxito evangelizador radica en la eficiencia organizativa. El arrepentimiento de la fe corresponden a los hombres (hechos 2. 38; 16. 31; 17. 30), pero también son regalo de Dios (hechos 11.18; Efesio2.8; filipenses 1. 29). La evangelización es una actividad enteramente diferente. “Lavado cerebro”. Debemos rehusarnos a forzar a la gente a que entre a golpes en el reino de Dios. Aquellos convertidos mediante tales “procedimientos” terminan por alejarse de la Iglesia. “No tengo ninguna necesidad de prepararme para predicar”, argumentan algunos; “confío en que el espíritu Santo me dará las palabras adecuadas. Jesús mismo prometió que no sería dado en aquella hora en que habremos de decir”. Citar malas escrituras es una artimaña de Satanás. El confiar en el espíritu Santo no debe tener como fin evitar la tarea de prepararnos. El puede darnos palabras si sorpresivamente nos vemos ante la necesidad de hablar es una y no hemos tenido oportunidad de preparnos. “con demostración del espíritu y de poder (1 corintios 2.1-5). Pablo llenó sus sermones de sustancia doctrinal y de razonamientos. Un mensaje que no convence no puede adquirir el poder para convencer apelando simplemente al espíritu Santo… La capacidad de convencimiento de mensajes cristiano sólo puede nacer de su contenido. Cuando no es éste el caso, apelar al espíritu Santo no ayuda en absoluto el predicador… La argumentación y la obra del espíritu Santo no entran en competencia entre sí. Al confiar en el espíritu Pablo de ningún modo dejaba de pensar y de argumentar. En tercer lugar, el confiar en el espíritu Santo no puede justificar la Irrelevancia. Valer nos del espíritu Santo para racionalizar la holgazanería se acerca más a la blasfemia que a la piedad. En cuarto lugar, confiar en el espíritu Santo no justifica la supresión de nuestra personalidad. El espíritu Santo no suprimió la personalidad de los escritores humanos, sino que primeramente la mordió y lo localizó plenamente. Toda artificialidad, hipocresía y dramatización. Autosuficiencia. Actuar naturalmente. Ejercitar los dones que Dios nos ha dado. Pareciera que a lo largo de toda la historia, la Iglesia a voz y lado en de un extremo a otro. La autosuficiencia él auto desprecio, del orgullo y de la pereza.

Debemos estar libres en ambos extremos, el de la autosuficiencia y el del auto desprecio, del orgullo y de la pereza. Dios puede dar vista a los ciegos vida a los muertos, y la humanidad de ser como somos. Unidad y humanidad al poner nuestra confianza en el poder del Espíritu Santo.

Edgar Samuel Bonilla dijo...

Edgar Samuel Bonilla Munive

Misión en transformación. Bosch.
Capitulo 7 El paradigma misionero de la
iglesia Católica Romana en el medioevo.

La idea principal del capitulo es analizar el modelo de misión de la iglesia católica romana en su época de mayor apogeo.

Un contexto cambiado.
El autor nos menciona que el paradigma teológico medieval. Se da en la época que abarca el papado de Gregorio el grande y la captura de Constantinopla por los musulmanes en 1453.
Iglesia Oriental tiende a la teología encarnacional.- el origen de Cristo y su preexistenccia
Iglesia Occidental estaurológica.- enfasis en la muerte sustitutiva de Cristo por lo pecados.

La Individualización de la salvación.

Pelagio, La humanidad no necesita de la redención sólo de la inspiración,,no considera a Cristo como el salvador que murió por los pecados de la humanidad.

Agustín fue el primer cristiano en tomar en serio la enseñanza de Pablo sobre la justificación por la fe. el perdón, la renovación en Cristo y la redención.

La eclesiastización de la salvación.

El movimiento Donatista se originó en el norte de África. Ellos expresaron una contradicción absoluta en el Evangelio de Cristo y la mundalidad de la Iglesia.
Agustín se opuso a pasionalmente a los donatistas, él afirmaba que la Iglesia universal, fundada por los apóstoles, es la única iglesia verdadera. Este concepto de la misión y la Iglesia tiene sus raíces en Cipriano, (“no existe salvación fuera de la Iglesia católica”). Tomás de Aquino afirmaba que nadie podía nunca deshacer un bautismo.

La misión entre la Iglesia y estado.

Se crea un vínculo entre la Iglesia y el Estado y a la vez se crea en esta relación un conflicto de intereses. (El papa y el emperador romano)
Agustín describió: dos sociedades o congregaciones de hombres, de las cuales una está predestinada para reinar eternamente con Dios, y la otra para padecer eterno tormento con el demonio. El no percibía al Imperio Romano como un instrumento de Dios para la salvación.
Carlomagno, su tarea era defender la Santa Iglesia católica en todas partes contra los ataques de los paganos y los estragos de los Inconversos. Pepino y Carlomagno decían “los que son fieles a Dios y a nosotros”.

“Guerras misioneras” directas e indirectas.

----Llegó el momento en que ya no se distinguía la guerra del cristianismo.----
Agustín insistía que los paganos deberían ser devueltos al redil a la fuerza. Gregorio del grande alentó el uso de lisonjas para persuadir a los campesinos judíos a convertirse al cristianismo. Agustín limitó las medidas coercitivas al pago de unas multas, la confiscación de propiedades, el exilio y cosas por el estilo. matar o torturar a los disidentes, jamás.
Gregorio el grande dos siglos después de Agustín, exhortó a los terratenientes para que sus campesinos se bautizaran. Si no cobraría tanta renta que el peso estas obligaciones debían hacer que se apresurasen a la rectitud. Usó látigo y tortura. Los ciudadanos libres deberían ser encarcelados. Todo esto por el bien del Inconverso. Tener más derecho los cristianos que los que no lo eran. Erdmann llamó estos desarrollos como la “guerra misionera indirecta”. Bellum justum no se refería al principio una guerra religiosa sino una guerra moral. Planificó una guerra agresiva para favorecer la expansión del cristianismo. Las cruzadas de los siglos 11 al 13 como “guerras misionera”. Sentimiento de negación de los cristianos. A los que regeneraban se los amenazaba con expulsión, expropiación o aún la pena de muerte. Gregorio el grande rogaba que los judíos fueran conducidos a la fe cristiana. Grandes comunidades de judíos europeos fueron expulsados de sus territorios y reubicados o saqueados.

El colonialismo y la misión.

En la época de los descubrimientos. Vasco de Gama inicio una ruta de navegación a la India, tomando así la ventaja sobre los musulmanes. Cristóbal Colon descubrió América. La prolongación de las cruzadas.
Esclavitud entre los habitantes de las regiones no occidentales. El número de esclavos vendidos a las colonias de Europa osciló entre los 20 y los 40 millones de personas.
La nueva palabra misión está ligada con la era colonial y la idea de una comisión magisterial. La propagación de la fe y las políticas coloniales se entretejía. La totalidad del ministerio de la Iglesia católica romana nada fácil para el Papa.
Los monarcas son los representantes de Dios.

La misión del monastisticismo.

Europa jugó el papel de soldado cruzado durante más de 1000 años. El movimiento monástico y su contribución a la cristianización. Las comunidades monásticas se convirtieron en una señal visible y una realización anticipada de un mundo gobernado por el amor de Dios. El monastismo de tuvo su origen en Egipto. El Estado era demasiado débil y bárbaro para controlar los monasterios. Los monjes su objetivo era vivir en pobreza y morir en paz. Llevar una vida cristiana pura

El paradigma medieval: una evaluación.

La Iglesia experimentó una serie de cambios profundos. Pasó de ser una minoría perseguida a ser una organización grande e influyente. Se perdió todo vínculo entre el cristianismo y el judaísmo. Agustín encarnó el inicio de este paradigma y Tomás de Aquino, su clímax. Al paradigma católico romano del medioevo le sucedieron, con el transcurso del tiempo, otros dos: el de la reforma protestante y el de la ilustración. Los protestantes tienen un dicho: Roma siempre permanecerá igual.

omar martinez dijo...

EL PARADIGMA MISIONERO DE LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA
EN EL MEDIOEVO
SIETE

UN CONTEXTO CAMBIADO
Por lo menos durante tres siglos la iglesia cristiana había estado signada casi exclusivamente por el sello del espíritu griego. Paulatinamente, sin embargo, empezó a surgir una nueva forma de cristianismo con otras características, en el cual el idioma dominante ya no era el griego sino el latín.
En un sentido más estricto, Agustín de Hipona (345-430) antecedió a la edad media, por lo menos si uno considera el inicio de este período alrededor del año 600.

LA INDIVIDUALIZACIÓN DE LA SALVACIÓN
La humanidad no necesita de la redención, solo de la inspiración. Esto quería decir que Pelagio no consideraba a Cristo como el Salvador que murió por los pecados de la humanidad, sino como un maestro y modelo a quien debemos emular. En esto Agustín respondió con las doctrinas del pecado original y la predestinación. Agustín se convirtió en el primer cristiano que tomó en serio la enseñanza de Pablo sobre la justificación por la fe.
Agustín no lucho con un problema teológico sino antropológico: ¿sobre qué base una persona encuentra la salvación? A través de la lente de esta pregunta el obispo de Hipona leyó a Pablo y encontró en él la respuesta.

LA ECLESIASTIZACIÓN DE LA SALVACIÓN
En movimiento donatista se originó en el norte de África, donde reunió un número considerable de seguidores en los siglos cuatro y cinco.
Los donatistas venían de la tradición de Tertuliano, quien había enseñado que los siete pecados mortales (idolatría, blasfemia, asesinato, adulterio, fornicación, dar falso testimonio y fraude) son imperdonables.
Los donatistas eran ortodoxos en su teología. Insistían también en la separación absoluta de Iglesia Estado.

LA MISIÓN ENTRE LA IGLESIA Y EL ESTADO
El imperio romano llevaba casi un siglo de ser cristiano oficialmente. Los cristianos tendían a percibir el imperio y especialmente su capital como algo tan indestructible y permanente como lo era la iglesia católica.
Agustín describió la ciudad terrenal como sujeto a la ciudad de Dios. La sociedad espiritual era la suprema, la otra era subordinada. Allí donde el gobernante terrenal era creyente, como en el caso del imperio romano, por lo menos se podía esperar este ministerio de la ciudad terrenal a la celestial, aunque no estaba absolutamente garantizado.
Naturalmente, si la lealtad al Estado significaba la lealtad a la iglesia, lo inverso también era cierto: la oposición al Estado significaba oposición a la Iglesia.

Guerras misioneras, directas o indirectas
Desde su inicio, en los finales de la Edad Media, la ley internacional tendía a negar a los no cristianos los mismos derechos que a los cristianos. Los primeros tenían apenas derechos naturales como criaturas de Dios. Se podía matar a cualquier persona bajo estas categorías con impunidad. El que matara a una de ellas ya no era culpable sino merecedor de loor y honores. Toda persona sensata era cristiana católica y el monopolio de la iglesia, incluyendo los asuntos públicos, era indiscutible.

El colonialismo y la misión
Se puede argumentar que las raíces de las conquistas y todo el fenómeno de la colonización europea del resto del mundo surgieron a partir de los escritos medievales sobre la guerra justa. La misión abarcaba actividades por medio de las cuales el sistema eclesiástico de occidente se difundía al resto del mundo. No se llegaba a ser misionero sobre la base de alguna autorización eclesiástica sino bajo el empuje del Espíritu Santo o sobre la base de la inspiración divina.

La misión del monasticismo
Los procesos de interiorización y la eclesiastización de la salvación, llegaron a ser vehículos de una salvación auténtica y caminos por los cuales el evangelio entró en Europa en categorías apropiadas para la mente europea. Algo similar ocurrió con las guerras misioneras, directas o indirectas, y con la totalidad del proyecto de colonización occidental del resto del mundo. El monasticismo tuvo sus orígenes en la iglesia oriental, en particular en Egipto, donde floreció mucho antes de echar raíces en occidente.

El paradigma medieval: una evaluación
La clave de todo esto era un orden doble de conocimiento, uno natural y otro sobrenatural: razón y fe, naturaleza y gracia, Estado e iglesia, filosofía y teología, donde el primer elemento de cada pareja se refería al fundamento natural y al segundo nivel sobrenatural. Durante las últimas tres décadas, en particular, el concepto católico romano ha experimentado un cambio bien profundo

Hno. César Ramos dijo...

Seminario Teológico Bautista Mexicano. Campus “Horeb”
Materia: Naturaleza y misión de la iglesia II
Profesor: Pastor Rafael Pola Baca
Alumno: Hno. César Roberto Ramos Gutiérrez

Reporte de lectura
Libro: “Misión en transformación”
Autor: David J. Bosch
Editorial: Libros de desafío

Resumen del Capítulo 07. “El paradigma misionero de la iglesia católica romana en el medioevo”

Un contexto cambiado

Por lo menos durante tres siglos la iglesia cristiana había estado signada casi exclusivamente por el sello del espíritu griego. Paulatinamente, sin embargo, empezó a surgir una nueva forma de cristianismo con otras características, en el cual el idioma dominante ya no era el griego sino el latín.

La individualización de la salvación

La humanidad no necesita de la redención, solo de la inspiración. Esto quería decir que Pelagio no consideraba a Cristo como el Salvador que murió por los pecados de la humanidad, sino como un maestro y modelo a quien debemos emular. Agustín se convirtió en el primer cristiano que tomó en serio la enseñanza de Pablo sobre la justificación por la fe. Agustín no lucho con un problema teológico sino antropológico: ¿sobre qué base una persona encuentra la salvación? A través de la lente de esta pregunta el obispo de Hipona leyó a Pablo y encontró en él la respuesta.

La eclesiastización de la salvación

Los donatistas venían de la tradición de Tertuliano, quien había enseñado que los siete pecados mortales (idolatría, blasfemia, asesinato, adulterio, fornicación, dar falso testimonio y fraude) son imperdonables. Expresaron así la indignación y desesperanza de aquellos que percibían una contradicción absoluta entre el evangelio de Cristo y la mundanalidad de la iglesia. El verdadero creyente no debe tratar con el mundo ni con una iglesia contaminada por el mundo. Los donatistas eran ortodoxos en su teología. Insistían también en la separación absoluta de Iglesia Estado.

La misión entre la iglesia y el estado

El imperio romano llevaba casi un siglo de ser cristiano oficialmente. Los cristianos tendían a percibir el imperio y especialmente su capital como algo tan indestructible y permanente como lo era la iglesia católica. Estas dos sociedades o ciudades existen simultáneamente una al lado de la otra. Agustín describió la ciudad terrenal como sujeto a la ciudad de Dios. La sociedad espiritual era la suprema, la otra era subordinada. Allí donde el gobernante terrenal era creyente, como en el caso del imperio romano, por lo menos se podía esperar este ministerio de la ciudad terrenal a la celestial, aunque no estaba absolutamente garantizado. Un fenómeno fue la tendencia a ubicar bajo una misma categoría a los enemigos de la Iglesia y del Estado. Naturalmente, si la lealtad al Estado significaba la lealtad a la iglesia, lo inverso también era cierto: la oposición al Estado significaba oposición a la Iglesia.

Guerras misioneras, directas o indirectas

Dadas las circunstancias, era de esperarse que con el transcurso del tiempo se emplearan varios métodos coercitivos para facilitar la conversión a la iglesia católica. Proveer al individuo la oportunidad de huir de la condenación eterna no podía ser malo con toda seguridad justificaba el uso de presión. Desde su inicio, en los finales de la Edad Media, la ley internacional tendía a negar a los no cristianos los mismos derechos que a los cristianos. Los primeros tenían apenas derechos naturales como criaturas de Dios. Una vez bautizados, sin embargo, se les otorgaban los mismos derechos políticos que a sus correligionarios. Una vez más, el argumento giraba alrededor de las ventajas materiales y políticas de aceptar la fe cristiana. Estos desarrollos dieron paso a la guerra misionera indirecta, y, con el transcurso del tiempo, también las guerras misioneras directas. El propósito de una guerra justa o defensiva era lograr la paz, nunca conquistar. Un lado batallaba por la luz, el otro por las tinieblas; uno por Cristo, el otro por el diablo. El objetivo inmediato de la guerra era la subyugación de los paganos, la cual era percibida como el fundamento para la subsecuente actividad misionera bajo la protección del Estado. Así podría llevarse a cabo la proclamación pacífica del evangelio. Los líderes de la iglesia, uno tras otro, abrieron paso a la primera cruzada, cada vez distinguían menos entre los paganos, por un lado, y los herejes o apóstatas, por el otro. Se podía matar a cualquier persona bajo estas categorías con impunidad. El que matara a una de ellas ya no era culpable sino merecedor de loor y honores. Cada quien y cada cosa estaban bien cuidados en sus respectivos lugares. Toda persona sensata era cristiana católica y el monopolio de la iglesia, incluyendo los asuntos públicos, era indiscutible.

El colonialismo y la misión

Se puede argumentar que las raíces de las conquistas y todo el fenómeno de la colonización europea del resto del mundo surgieron a partir de los escritos medievales sobre la guerra justa. La colonización de los pueblos no cristianos por parte de naciones cristianas había empezado muchos siglos antes del colonialismo moderno. Se daba por sentada la interdependencia entre el colonialismo y la misión: el derecho de tener colonias conllevaba la responsabilidad de cristianizar a los colonizados. La palabra latina missio era una expresión empleada en la doctrina de Trinidad para denotar el envío del Hijo por el Padre, y el Espíritu Santo por el Padre y el Hijo. La misión abarcaba actividades por medio de las cuales el sistema eclesiástico de occidente se difundía al resto del mundo. No se llegaba a ser misionero sobre la base de alguna autorización eclesiástica sino bajo el empuje del Espíritu Santo o sobre la base de la inspiración divina.

La misión del monasticismo

Los procesos de interiorización y la eclesiastización de la salvación, llegaron a ser vehículos de una salvación auténtica y caminos por los cuales el evangelio entró en Europa en categorías apropiadas para la mente europea. Algo similar ocurrió con las guerras misioneras, directas o indirectas, y con la totalidad del proyecto de colonización occidental del resto del mundo. A pesar de todos los horrores que los acompañaron, y aunque hoy nos parezcan totalmente incomprensibles e indefendibles, eran expresiones de una preocupación genuina para con el prójimo en los términos que los cristianos entendían su responsabilidad en aquella época. Al monasticismo se debe que tanto cristianismo auténtico haya surgido en el transcurso de esa edad de oscurantismo en Europa y posteriormente. El monasticismo salvó a la iglesia medieval del conformismo, de la petrificación y de la pérdida total de su visión y su carácter verdaderamente revolucionario. El monasticismo tuvo sus orígenes en la iglesia oriental, en particular en Egipto, donde floreció mucho antes de echar raíces en occidente.

El paradigma medieval: una evaluación

El texto misionero del paradigma patrístico griego fue Juan 3:16. Quizás uno podría postular que el paradigma católico romano medieval se nutría implícita o explícitamente de otro texto: Lucas 14:23. Esta mentalidad dominó durante siglos el pensamiento misionero se confirmó más tarde, en el siglo XVI. En el período la iglesia pasó de ser una minoría perseguida a ser una organización grande e influyente, la iglesia logró el ajuste necesario frente a la prolongación de la espera del regreso de Cristo. La clave de todo esto era un orden doble de conocimiento, uno natural y otro sobrenatural: razón y fe, naturaleza y gracia, Estado e iglesia, filosofía y teología, donde el primer elemento de cada pareja se refería al fundamento natural y al segundo nivel sobrenatural. Durante las últimas tres décadas, en particular, el concepto católico romano ha experimentado un cambio bien profundo. El evento catalítico fue en concilio vaticano II. Al paradigma católico romano del Medioevo le sucedieron, con el transcurso del tiempo, otros dos: la reforma protestante y el de la ilustración. El paradigma católico se dejó afectar sólo de manera marginal por estos dos. Los protestantes tienen un dicho: “Roma siempre permanecerá igual”. El actual paradigma misionero católico romano es fundamentalmente distinto del tradicional.

THE END

SOFIA dijo...

Fecha: 11 de julio de 2008.
Materia: NATURALEZA Y MISIÓN DE LA IGLESIA II

Maestro: Pastor Rafael Pola Baca
Alumno: Agustín Alberto Ceballos Hernández

Misión en Transformación. David J. Bosch
Capítulo 7. El paradigma misionero de la iglesia católica romana en el medioevo

UN CONTEXTO CAMBIADO
La edad media comenzó con el papado de Gregorio el grande y el surgimiento y los primeros éxitos del Islam, y terminó con la captura de Constantinopla por los musulmanes en 1453 y con los viajes de descubrimiento de los portugueses y los españoles.
Paulatinamente, sin embargo, empezó a surgir una nueva forma de cristianismo con otras características, en el cual el idioma dominante ya no era el griego sino el latín.
Agustín de Hipona (345-430) antecedió a la edad media, por lo menos si uno considera el inicio de este período alrededor del año 600.

LA INDIVIDUALIZACIÓN DE LA SALVACIÓN
Pelagio, a finales siglo cuarto y principios del siglo cinco, optó por un punto de vista demasiado optimista acerca de la naturaleza y la capacidad humana para lograr la perfección.
La humanidad no necesita de la redención, solo de la inspiración. Pelagio no consideraba a Cristo como el Salvador que murió por los pecados de la humanidad, sino como un maestro y modelo a quien debemos emular. A esto Agustín respondió con las doctrinas del pecado original y la predestinación.
Agustín se convirtió en el primer cristiano que tomó en serio la enseñanza de Pablo sobre la justificación por la fe.
Agustín no lucho con un problema teológico sino antropológico: ¿sobre qué base una persona encuentra la salvación? Agustín leyó a Pablo y encontró en él la respuesta.

LA ECLESIASTIZACIÓN DE LA SALVACIÓN
El donatismo se originó en el norte de África, donde reunió un número considerable de seguidores en los siglos cuatro y cinco.
Los donatistas venían de la tradición de Tertuliano, quien había enseñado que los siete pecados mortales (idolatría, blasfemia, asesinato, adulterio, fornicación, dar falso testimonio y fraude) son imperdonables.
Los donatistas expresaron así la indignación y desesperanza de aquellos que percibían una contradicción absoluta entre el evangelio de Cristo y la mundanalidad de la iglesia. Los donatistas apoyaban la separación absoluta de Iglesia-Estado.

LA MISIÓN ENTRE LA IGLESIA Y EL ESTADO
El imperio romano llevaba casi un siglo de ser cristiano oficialmente. Los cristianos tendían a percibir el imperio y especialmente su capital como algo tan indestructible y permanente como lo era la iglesia católica.
Agustín describió la ciudad terrenal como sujeta a la ciudad de Dios. La sociedad espiritual era la suprema, la otra era subordinada.
Se ubicó bajo una misma categoría a los enemigos de la Iglesia y del Estado. La oposición al Estado significaba oposición a la Iglesia.

GUERRAS MISIONERAS, DIRECTAS O INDIRECTAS
Era de esperarse que con el transcurso del tiempo se emplearan varios métodos coercitivos para facilitar la conversión a la iglesia católica. Proveer al individuo la oportunidad de huir de la condenación eterna no podía ser malo; con toda seguridad justificaba el uso de presión. La ley internacional tendía a negar a los no cristianos los mismos derechos que a los cristianos. Los primeros tenían apenas derechos naturales como criaturas de Dios. Una vez bautizados, sin embargo, se les otorgaban los mismos derechos políticos que a sus correligionarios. Una vez más, el argumento giraba alrededor de las ventajas materiales y políticas de aceptar la fe cristiana. Estos desarrollos dieron paso a la guerra misionera indirecta, y, con el transcurso del tiempo, también las guerras misioneras directas. El propósito de una guerra justa o defensiva era lograr la paz, nunca conquistar. Un lado batallaba por la luz, el otro por las tinieblas; uno por Cristo, el otro por el diablo. El objetivo inmediato de la guerra era la subyugación de los paganos. Así podría llevarse a cabo la proclamación pacífica del evangelio. Cada vez se distinguía menos entre los paganos, por un lado, y los herejes o apóstatas, por el otro. Se podía matar a cualquier persona bajo estas categorías con impunidad. El que matara a una de ellas ya no era culpable sino merecedor de loor y honores. Toda persona sensata era cristiana católica y el monopolio de la iglesia, incluyendo los asuntos públicos, era indiscutible.

EL COLONIALISMO Y LA MISION
Las raíces de las conquistas y de la colonización europea del resto del mundo surgieron a partir de los escritos medievales sobre la guerra justa. Se daba por sentada la interdependencia entre el colonialismo y la misión: el derecho de tener colonias conllevaba la responsabilidad de cristianizar a los colonizados. La palabra latina missio era una expresión empleada en la doctrina de Trinidad para denotar el envío del Hijo por el Padre, y el Espíritu Santo por el Padre y el Hijo. La misión abarcaba actividades por medio de las cuales el sistema eclesiástico de occidente se difundía al resto del mundo. No se llegaba a ser misionero sobre la base de alguna autorización eclesiástica sino bajo el empuje del Espíritu Santo o sobre la base de la inspiración divina.

LA MISIÓN DEL MONASTICISMO
A pesar de todos los horrores que siguieron, y aunque hoy nos parezcan totalmente incomprensibles e indefendibles, eran expresiones de una preocupación genuina para con el prójimo en los términos en que los cristianos entendían su responsabilidad en aquella época. El monasticismo salvó a la iglesia medieval del conformismo, de la petrificación y de la pérdida total de su visión y su carácter verdaderamente revolucionario. El monasticismo tuvo sus orígenes en la iglesia oriental, en particular en Egipto.

EL PARADIGMA MEDIOEVAL: UNA EVALUACION
El texto misionero del paradigma patrístico griego fue Juan 3:16. Quizás uno podría postular que el paradigma católico romano medieval se nutría implícita o explícitamente de otro texto: Lucas 14:23. La iglesia pasó de ser una minoría perseguida a ser una organización grande e influyente, y logró el ajuste necesario frente a la prolongación de la espera del regreso de Cristo. La clave de todo esto era un orden doble de conocimiento, uno natural y otro sobrenatural: razón y fe, naturaleza y gracia, Estado e iglesia, filosofía y teología, donde el primer elemento de cada pareja se refería al fundamento natural y el segundo al nivel sobrenatural. Al paradigma católico romano del Medioevo le sucedieron otros dos: la reforma protestante y el de la ilustración. El paradigma católico se dejó afectar sólo de manera marginal por estos dos. Los protestantes tienen un dicho: “Roma siempre permanecerá igual”.

omar martinez dijo...

capitulo siete

Hno. César Ramos dijo...
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